El regreso del público a 1 y 57 le puso color a la noche platense. Estudiantes expuso el fútbol, desplegó sus cartas y la gente hizo lo suyo: cuando parecía que el doblete de Giani Infantino le daba la victoria a Rosario Central, el Pincha lo fue a buscar con el envión de sus hinchas, aprovechó los extensos seis minutos de adición y logró empatar en la agonía del partido con un cabezazo de Jaime Ayovi.
El empate en tiempo de descuento hizo estallar de fastidio al banco del Canalla, que automáticamente elevó sus quejas a la terna arbitral y luego hubo encontronazos con el cuerpo técnico del local, lo que derivó en la expulsión del entrenador, Cristian "Kily" González.
El equipo rosarino se llevaba tres puntos de oro desde La Plata con la anotación por duplicado del pibe Infantino cuando el equipo era inferior desde el juego y las chances. Sin embargo, Estudiantes no mermó, sostuvo su protagonismo y logró la merecida igualdad sobre la hora.
El dueño de casa marcó la diferencia en el juego desde el comienzo y fue el más peligroso con la pelota. Llegó al arco de Fatura Broun en numerosas oportunidades para ponerse en ventaja. Pero fueron los Canallas los que dieron el primer batacazo: Infantino capturó una serie de rebotes en el área y la empujó con el arco a su merced a los 28 minutos del primer tiempo.
Los dirigidos por el Ruso Zielinski emparejaron parcialmente pisando el final del periodo inicial mediante una genialidad de Manuel Castro, que controló de espaldas una pelota muerta tras un tiro de esquina y metió un tacazo espectacular que descolocó a Broun.
En el complemento otra vez fue Estudiantes el que propuso. Atacó con más gente y estuvo a tiro de remontar. Falló y la historia se repitió: Central volvió a festejar. Covea sacó un centro perfecto desde la derecha e Infantino la empalmó de volea de frente al arco antes de que el cuero toque el césped. Golazo y el Canalla arriba por 2-1.
La academia rosarina tenía el triunfo en el bolsillo, pero no resistió a la inapelable pelota aérea de Estudiantes y sufrió el empate. Jaime Ayovi entró solo por el medio y ejecutó un testazo letal para desatar la locura de todo el estadio y estampar el 2-2 definitivo.
El festejo no solo fue por la merecida igualdad, sino porque también le permite al Pincha mantener latentes sus ilusiones por seguir peleando el campeonato. Con un partido más, está a cuatro puntos de River y se coloca en la tercera posición.
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