En el bar-heladería de Emilio Mitre y Pedro Goyena, José Sanfilippo se siente como en su casa. A los 80 años, ácido y corrosivo como siempre el "Nene", que vistió las dos camisetas, -la de Boca y la de San Lorenzo-, analiza el gran clásico de hoy con DIARIO POPULAR.
-¿Cómo llegan los dos?
-San Lorenzo había armado el plantel más grande del fútbol argentino, era imposible de mantener, ganó la Copa Libertadores y sin embargo ahora está ahí, apenas a la pelea porque inmediatamente se tuvo que desprender de Piatti, de Correa y entonces, pasó del 4-3-3 al 4-4-2 y cuando jugás con este sistema, esos dos de adelante tienen que ser fenómenos, gambetear y hacer goles. San Lorenzo se quedó sin equipo. Los clubes tienen necesidades de transferir, pero si los dirigentes dicen que hay que vender a cuatro jugadores, si yo soy técnico, le digo que se vayan dos y si me tocan a los otros dos, me voy, pero hoy eso nadie lo hace. Y Boca lo veo de la misma manera. A Arruabarrena le compraron todo. Pero yo le preguntaría porqué había desaparecido Chávez. Si se excedió en algunas cuestiones, hay que hacer reuniones con psicólogos o gente capacitada. Además, hay jugadores a los cuales no pondría nunca como Gago, ni disfrazado de gaucho. Tiene una lenteja, como si corriera yo. No marca, no tira al arco...
-¿Cómo imagina que puede darse el partido?
-Hoy es muy difícil aventurar un resultado de un partido, todos juegan igual... Hoy en un sector limitado de la cancha están todos los jugadores, ya se acabó eso de ver un jugador que tire el centro para que alguien concrete. Además, los técnicos se apresuran es hacer cambios, en querer cuidar jugadores. Yo me pregunto ¿porqué no se pueden jugar dos partidos consecutivos en una semana?, que alguien me lo explique. Yo creo que si me pongo la camiseta ahora, uno y medio juego.
-De los clásicos que jugó, ¿cuál es el que más recuerda?
-El del gol de taco, en el 62 al Tano Roma. Roberto Goicoechea iba a dar la orden para comenzar el partido y yo le pedí que esperara, porque estaba inventando un gol. Menéndez y Valentim estaban en el semicírculo y se reían. Estaba con Coco Rossi. Le pedí al pibe Capdevila que me pusiera la pelota en un lugar exacto. Si la pelota pegaba en el travesaño, después pegaba en el peruano Benítez, de Boca, que fue el único que se avivó de la jugada. Pero por suerte entró en el ángulo. Cuando volví, le tiré la pelota a Menéndez y a Valentim. En Boca no me fue bien cuando enfrenté a mi ex club. Mariotti me vino a buscar y terminamos expulsados.
-La última, ¿por quien va a tirar el corazón hoy?
-Por San Lorenzo, aunque en el club se hayan portado mal conmigo, sigo siendo hincha, todos lo saben. En Boca pasé buenos momentos, si hasta salí goleador de la copa estando Pelé. Armando, que era un dirigente distinto, me compró y me dijo que había comprado 36 goles por año. Pero toda mi familia es de San Lorenzo. Hasta mi vieja, que se le peleaba por San Lorenzo aún a los 93 años.