En otros deportes, quienes arbitran pueden apoyarse en las precisas imágenes televisivas o digitales que saldan cualquier discusión entorno al reglamento. La International Board hasta el momento fue inflexible ante la posibilidad de traspasar la experiencia al fútbol y si bien en la
próxima reunión de marzo en Gales será tema de debate, los árbitros de fútbol de ninguna parte del mundo pueden valerse de una pantalla para definir un fallo.
La polémica más caliente del último campeonato que podría haber sido saldada con una innovación se dio en
la final de la Copa Argentina entre Central y Boca, cuando el árbitro
Diego Ceballos le anuló un gol a
Marco Ruben por offside de un compañero y luego cobró penal por una falta de
Ferrari a
Peruzzi afuera del área que
Lodeiro transformó en el 1a 0. En el cierre,
Andrés Chavez, adelantado, puso el 2 a 0 que le dio la copa al Xeneize. El año pasado, en
River - Belgrano, Barovero alcanzó a sacar la pelota antes de que ingresara en su totalidad, pero el árbitro Echenique cobró gol de Lucas Zelarrayán para el triunfo de Belgrano. Con árbitros en los postes,
eso no debería suceder.
A partir de hoy, en la Argentina
se utilizarán otros dos árbitros -uno detrás de cada arco- para que el principal en la cancha pueda ser asistido ante una polémica, "particularmente cuando se produzcan dentro y cerca del área penal", según el protocolo confeccionado por el Departamento de Arbitraje de la Asociación del Fútbol Argentino.
La ubicación será fuera de la cancha -no tendrán permitido el ingreso, solo reservado para el árbitro principal- y detrás de cada arco, con la extensión del área grande como límite permitido para recorrer. A diferencia de los otros asistentes -antes denominados jueces de línea-
no tendrán banderines, pero sí un sistema de intercomunicadores para explicitar las sugerencias.
Por regla general los árbitros asistentes adicionales no deberán hacer señales con la mano, sin embargo en determinadas situaciones una señal de ese tipo "puede ser de gran ayuda" y la recomendación es que tenga un sentido "inequívoco", por lo que deberá acordarse antes del partido, según la propia recomendación del protocolo.
En los saques desde arco deberán comprobar si la pelota está dentro del área de meta y si así no fuera deberán dar parte al árbitro. En los penales, a quien le tocara según su posición, se deberá colocar en un palo, mientras que el juez de línea se posicionará a la altura del punto penal. Si el partido terminara empatado y su definición dependiera de una serie de penales, cada uno se ubicará junto a un palo y serán los responsables de indicar si el balón
atravesó completamente la línea de meta.
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Ante situaciones de "gol dudoso", el asistente adicional tendrá la responsabilidad de dar el veredicto para que el principal disponga el saque del medio, o no. En caso de indisposición del árbitro principal, lo sustituirá el cuarto árbitro y en caso de no ser posible, lo hará el árbitro asistente adicional. De esta manera, además, se ahorrarán fingir que no se apoyan en imágenes televisivas, como sucedió en un Vélez - Arsenal, cuando Germán Delfino -a instancias del cuarto árbitro- se
arrepintió de un fallo y volvió atrás.
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