Fútbol
El conjunto brasileño, dueño del pase del Cabezón, está cerca del descenso y, si bajan de categoría, intentarán repatriar al enganche para volver a primera. Quedan diez fechas y están a cuatro puntos de salvarse.
Andrés D'Alessandro está a préstamo en River. Con 34 años, volvió a Núñez para jugar un año en el club donde surgió. Costó, pero el enganche negoció con los dirigentes y consiguió salir por una temporada. Enemistado con los hinchas brasileños, al principio no lo extrañaron. Pero ahora, sin él, están en zona de descenso. Y si caen de categoría, intentarán retenerlo con todas las fuerzas.
Disputadas 27 fechas en el Brasileirao, Inter está en zona de descenso. Son cuatro los equipos que se van al Brasileirao 2. A falta de diez juegos, el conjunto del sur de Brasil están terceros, de abajo hacia arriba: el último equipo en mantener la división está cuatro puntos encima. Pero arriba de Inter, también en puestos de descenso, está Cruzeiro, otro gigante que atraviesa una catástrofe.
El plantel, ahora, no tiene grandes referentes. Sin D'Alessandro, el peso recayó sobre Alex, campeón de América y del Mundial de Clubes en 2006. Sin embargo, no funciona: el equipo no levanta, y lleva cuatro partidos perdidos al hilo. También quedó eliminado de la Copa Brasil.
A fin de año, el club elegirá nuevas autoridades. No todos los candidatos pretenden recuperar a D'Alessandro. Pero la situación futbolística podría ser trascendental para que los hinchas, en masa, pidan la vuelta del Cabezón. Mientras, él no dice mucho: aseguró que su familia está contenta en Buenos Aires, que todavía no decidió qué hacer. Recién en diciembre dará un veredicto final.
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