Qué poco le duró a Racing el envión anímico que podía llegar a generar la profunda renovación del plantel que se hizo en el último mercado de pases, con un nuevo técnico y 14 contrataciones. Porque con el argumento de las 'buenas intenciones' y "un equipo en construcción", reanimó la ambición de sus hinchas con la clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina y las dos primeras victorias con Defensa y Justicia y San Lorenzo. Pero la ilusión ni siquiera pudo remontar vuelo, porque aparecieron las dolorosas derrotas con Tigre e Independiente, y el equipo se cayó por un precipicio, que parece no tener fin, porque a los resultados adversos de las últimas tres semanas, se acumulan los cortocircuitos internos, entre los jugadores y el cuerpo técnico, que pone en jaque la continuidad de Cocca en la institución.
El clásico de Avellaneda fue el disparador para la nueva crisis futbolística de Racing, porque el resultado estuvo acompañado de la lesión, insoslayable de Diego Milito. Entonces, después, vinieron las decepciones, en fila, con Lanús, Boca (clásico inconcluso) y especialmente con Argentinos Juniors, que derivó en la eliminación de la Copa Argentina. Y como si esto fuera poco, el técnico agitó la situación con sus nuevas declaraciones desafortunadas, porque puso a sus dirigidos en el ojo de la tormenta, dejando en claro que "algunos no hicieron el click de lo que significa jugar para Racing".
Entonces, con el diario en la mano, los referentes del plantel de la Academia lo esperaron ayer a Cocca en el vestuario, en puntas de pie, con ánimo de "pasar en limpio" esa observación del conductor del equipo. Y así, entre autocrítica, recriminaciones y algunas pequeñas discusiones, más apuntando a las formas que al fondo de la cuestión, los protagonistas hicieron terapia durante dos horas. Sí, se juntaron a las 9.30 para la práctica y los ejercicios recién arrancaron después del mediodía, por la dura charla, que tendrá su influencia en el futuro, a favor (si el equipo logra recuperarse el lunes ante Newell's) o en contra, si repite el resultado, porque el entrenador estará con los días contados.
Lo cierto es que el lunes será un día clave y Newell's, un examen de riesgo. Si ya hubo banderas y reproches dos fechas antes, en el partido con Lanús, para este nuevo compromiso, el escenario puede ser un polvorín.
El propio Cocca admitió, tras la caída en cancha de Huracán, ese escenario: "Seguramente habrá un clima feo el lunes en la cancha, y la gente está muy bien en estar enojada", dijo, pero no le saca el cuerpo a la situación: 'Son los peores días desde que llegué a Racing, por los resultados. En estos momentos, se ve la gente y a los que tienen la personalidad para revertir esta situación. Y somos los primeros en tener fuerza", aunque si el equipo no revierte este presente, él mismo puede llegar a pagar los platos rotos. Porque en un año político, el crédito del DT puede tener fecha de vencimiento.