San Lorenzo entró en la recta final de su preparación. El jueves de la semana que viene, el equipo de Diego Aguirre dará el puntapié inicial de una nueva temporada futbolística al recibir a Emelec para definir el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y tanto el DT como los jugadores saben que están frente a un compromiso vital para el futuro del club, ya que al no clasificar a la edicion del 2018 los cuervos ponen todas sus fichas a la de este año para reconquistar América.
Aquel tiro libre ejecutado por Fernando Belluschi que significó el triunfo azulgrana en Guayaquil, en el último partido de la temporada pasada, parece haber quedado muy lejos en el tiempo. Pero gracias a ese 1 a 0 de visitante, San Lorenzo tiene una ventaja a su favor en la disputa de la revancha que, si sabe administrarla bien, puede traducirse en la clasificación a la ronda siguiente.
De superar al equipo ecuatoriano, el Ciclón será rival del ganador del emparejamiento entre Lanús y The Strongest. Pero en Boedo quieren ir partido a partido, sin adelantarse a los hechos ni elegir próximo adversario.
De todas formas, Diego Aguirre, quien todavía no firmó su prórroga contractual aunque cuenta con el aval de la dirigencia para continuar, sabe que de no conseguir el objetivo quedaría mal parado y los cuestionamientos podrían minar su permanencia en San Lorenzo.
Es más, de darse esa situación ya existen rumores circulando por las calles de Boedo que lo ponen en el umbral de una probable salida anticipada. Igualmente, ningún sanlorencista quiere imaginarse un escenario así ni mucho menos, porque significaría un fracaso deportivo y un menor ingreso económico.
Sí, La Segunda es el gran objetivo de los sanlorencistas en este segundo semestre. Con la intención de repetir el título copero del 2014, la directiva del CASLA está buscando un delantero de jerarquía con el fin de cerrar un libro de pases interesante en el cual, para cubrir distintos sectores del campo de juego, ya inscribió a Gonzalo Rodríguez, Víctor Salazar, Gabriel Gudiño y Alexis Castro.
La ilusión está en marcha. Y los cuervos quieren darle un alto vuelo.