La relación entre las autoridades de la AFA y los clubes no es buena. Con la declaración de guerra del Ascenso que mañana resolverá en su plenario si las distintas categorías inician un paro -al que no se plegaría la Primera División, aunque los apoyan dialécticamente-, el presidente del comité normalizador, Armando Pérez, escuchó ayer los 30 clubes de la A, a quienes no dejó conforme pese a que comunicó que la semana próxima estará depositado el dinero de Fútbol Para Todos correspondiente a septiembre.
Fue el titular de Boca, Daniel Angelici, quien dejó algunos conceptos que grafican las posiciones de cara a lo que se avecina. Aún con sus diferencias, la Primera y el Ascenso están contra los normalizadores y pretenden elegir rápidamente al nuevo presidente. "Elecciones cuanto antes", remarcó el Tano al retirarse de Viamonte, donde dijo que las respuestas por el atraso en los pagos "las tienen que dar los normalizadores".
Ayer, los 30 clubes que conforman la elite se reunieron y le dieron curso a la Super Liga. Eligieron al abogado de Boca Mariano Clariá para presidirla por dos meses con una idea clara: volver tangible algo que hasta ahora es apenas un renglón en el estatuto y tomar decisiones inmediatamente.
Esa urgencia tiene que ver con encontrar el reemplazante del Estado para venderle los derechos televisivos. Los clubes no quieren que el sea el comité normalizador el encargado de cerrar un nuevo contrato y la elección de Clariá permitirá negociar directamente con los interesados. Eso no es un detalle menor, ya que el equipo que conduce Pérez no prioriza a la Super Liga y pretende negociar la pantalla con el mejor postor. Angelici y Cía, espera firmar un nuevo contrato en noviembre para reemplazar al FPT que dejará de existir en diciembre.
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