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El futbolista no respondió a las numerosas preguntas que le formularon con respecto a su sanción disciplinaria a su llegada al aeropuerto.
Lionel Messi regresó este miércoles por la noche a Barcelona, después de ser sancionado por la FIFA con cuatro partidos con su selección por insultar a un arbitro asistente, y eludió a los periodistas que lo esperaban en el aeropuerto para preguntarle por su versión de los hechos.
El delantero del Barcelona no respondió a las numerosas preguntas que le plantearon y se metió rápidamente en un taxi que le esperaba en la salida de la terminal internacional del aeropuerto de El Prat.
Messi había explicado que las palabras por las que fue sancionado no iban dirigidas al asistente, sino “al aire”.
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“Mis dichos jamás fueron dirigidos al asistente 1, sino que fueron dichos al aire”, sostuvo el capitán de la Albiceleste en el descargo que envió la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a la FIFA antes de conocerse la sanción, explicó a Efe el periodista argentino que tuvo acceso al escrito.
La Comisión Disciplinaria de la FIFA impuso este martes cuatro partidos de suspensión a Messi por pronunciar “palabras injuriosas” contra un asistente en el partido contra Chile de las eliminatorias de Rusia 2018 disputado el pasado jueves.
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