Fue el punto alto del equipo con un par de atajadas soberbias, en especial en el segundo tiempo cuando le sacó a Balboa un misil casi desde el área chica. También le sacó otra bola a Garrido, descolgó muchos centros con solvencia y no dio rebotes en un par de disparos de cabeza y de media distancia. Es el mejor del equipo en el semestre actual y, posiblemente junto a Ponzio, sean los únicos dos jugadores indiscutidos para el partido frente a Boca en Mendoza.
No ha tenido mucha continuidad en el semestre y lo han cuidado bastante. Jugó por la Libertadores y descansó ante Chacarita. Es un histórico que Gallardo no dudó en cuidarlo para que llegue bien ante Boca. El partido ante Patronato fue para ganar ritmo y el central cumplió con sobriedad, con marca, con presencia y siendo de lo mejor de la última línea del equipo. Patronato, con su juego frontal y por arriba, hicieron que se luciera y ofrezca seguridad atrás, algo que le estaba costando.
Jugó una hora y salió por precaución. Aunque también puede entenderse su salida por el bajo rendimiento y lo mal que jugó. Aceleró poco, cometió mucha faltas, nunca encontró el lugar en el medio y jamás pudo asociarse y ser lanzador para conectar a los delanteros. Hace varios partidos que no rinde y luego de esta deslucida actuación cuesta creer que pueda ganarse un lugar, más teniendo a Nacho Fernández en levantada.
Fue el más peligroso de la ofensiva del Millo. Tuvo algunos buenos arranques y un par de disparos de media distancia que fueron lo mejor del equipo en cuanto a llegadas. Hizo lucir a Bértoli y encarando por derecha fue una complicación para Urribarri. Además, cuando entró Scocco, se corrió a la zona de volantes mostrando una alternativa táctica más para el Muñeco. Si el rendimiento de este partido pesaba de cara al Superclásico, el delantero uruguayo pasó la prueba.
Volvió a jugar luego de 33 días, producto de una distensión muscular, siendo la primera vez desde que está en River que falta a tantos partidos: fueron cuatro y el equipo lo extrañó. El partido ante Patronato fue para agarrar juego y ritmo, y en poco más de media hora tuvo detalles que le dieron un cambio de actitud al Millo en cuanto a variantes ofensivas. River necesita a Pity y los minutos que jugó son un buen presagio para estar bien en la Superfinal.
Son dos nombres que estaban en la mira para poder jugar el miércoles porque Gallardo no encuentra regularidad en el lateral derecho con Montiel y, luego de tantos partidos sin Pity, falta un enganche más. Gallardo no descarta la idea de jugar con Pity y Quintero de enganches externos. Eso sí, ni el colombiano ni Mayada le cambiaron la ecuación al equipo. Quintero mostró algunas cositas en la etapa inicial y Mayada cumplió en defensa pero no pesó en ataque.