El Ciclón volvió de Brasil con el dolor de ya no ser en la Sudamericana y apuntando a la AFA por la maratón de partidos que lo desgastó. Un ciclo de alto porcentaje de eficacia sufrió dos duros golpes en una semana

Volvió San Lorenzo de Brasil, donde el miércoles a la noche fue eliminado de la Sudamericana por el Chapecoense tras dos empates, con la bronca a flor de piel. En un abrir y cerrar de ojos el Ciclón pasó de la ilusión de sumar alguna estrella más a su palmares, a la desazón de quedar eliminado (sin perder y con una eficacia general del 68,18%) de la Copa Argentina y de la Sudamericana. Todo eso generó mucha bronca en Boedo, como era de esperarse. Pero no solamente en sus hinchas sino que también entre los integrantes del plantel a causa de la programación de los partidos que perjudicó al Ciclón.

Justamente Néstor Ortigoza fue quien explotó por el calendario que la AFA le asignó a San Lorenzo, siendo que era el único equipo que representaba al fútbol argentino en la Copa Sudamericana. "En AFA no te benefician en nada. Jugás cada tres días y te tiran al bombo. Es un desastre. Acá jugás y si quedás afuera, quedás afuera", se quejó Jony. Y se preguntó: "¿Cómo puede ser que juguemos la Copa Argentina pegados a una fecha FIFA y que nos quedemos sin varios jugadores? Yo quería jugar y no pude. En la AFA hacen lo que quieren, y todo mal". Vale destacar que en su momento a Deportivo La Guaira y Palestino, rivales de San Lorenzo en octavos y cuartos de final, sus respectivas asociaciones les permitieron suspender partidos del torneo local, cosa que en la Argentina solo sucede cuando un equipo clasifica a la final de un certamen internacional.

Las causas del tropezón futbolístico que derivó en la desilusión del pueblo azulgrana, son varias. Pero hay una que parece ser la madre de todas ellas y es que el plantel estuvo sometido a un desgaste físico importante que terminó arrastrando a todas las demás. No en vano, en lo que va de la segunda mitad de 2016, San Lorenzo lleva disputados 22 partidos con Diego Aguirre como DT -entre las tres competencias-, de los cuales los últimos diez los jugó en 38 días incluyendo viajes al interior del país y al exterior.

En ese último tramo de competición, el Ciclón jugó cinco fechas del torneo local (victorias ante Arsenal, Huracán e Independiente; empate con Newell's y derrota contra Estudiantes), cuatro por la Copa Sudamericana (triunfo y caída contra Palestino y doble igualdad con Chapecoense) y los cuartos de final de la Copa Argentina, con igualdad ante Gimnasia y eliminación en la definición por penales.

Sin dudas, el trajín fue muy grande (contando además la convocatoria de jugadores a selecciones sudamericanas) y para peor la apuesta le salió mal. Ahora el objetivo es seguir enfocado en el campeonato (que se definirá a mitad de 2017); mientras que el año que viene podrá renovar también sus ilusiones coperas disputando la Libertadores de América, de la participará por cuarta vez consecutiva.

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