El delantero de los goles importantes en el ascenso, y también en Primera, le puso ayer fin a su continuidad en el Rojo. No iba a ser tenido en cuenta por Almirón y seguirá su carrera en el fútbol colombiano.

Se terminó la nafta para la Motoneta del Rojo. Ya no se podrá ver ese festejo alocado pegándole la patada para encender la motoneta ante cada gol. Es que el delantero, pese a todo lo que aportó en su estadía, nunca fue considerado por Jorge Almirón como una alternativa para el futuro. El diálogo para con él no fue el mismo que con otros jugadores y el jugador nunca lo ocultó, por lo que sabía que su futuro no iba a estar en el infierno.

Así fue que ayer dirigentes y representante de Motoneta se pusieron de acuerdo para dar por finalizado el vínculo. Penco había llegado en julio de 2013 cuando el Rojo desembolsó 1.200.000 pesos para que llegara proveniente de San Martín de San Juan ya que la otra mitad le corresponde al jugador.Se fue un año y medio después cuando aún le restaban seis meses de contrato. Según se hizo trascender el goleador, para lograr su salida, resignará una suma cercana a los 650.000 pesos (compuesta de deudas y premios) y además el Once Caldas resarcirá al Rojo con 70.000 dólares.

En la retina del hincha quedan momentos imborrables que se valoraron más después de lograr el ascenso. A Penco le sancionaron el famoso penal (fue Carlos Maglio) ante Sportivo Belgrano (por supuesto agarrón de Medina) que comenzó a cambiar la historia. El lungo marcó sobre la hora con Ferro, un partido que estaba encaminado a la derrota, y rescató un punto que terminó siendo valiosísimo. Y si de goles importantes se trata se pueden encontrar varios más, también en Primera. Entre tanto jugador cuestionado Penco cumplió un papel aceptable, nunca se quejó pese a que no era la primera alternativa y en sus gritos dejó la vida. No por nada después de Federico Mancuello (con once goles) se ubicó como segundo goleador del equipo en 2014 marcando diez tantos.

En total Sebastián Penco jugó 33 partidos entre Nacional B y Primera en los cuales clavó diez gritos. También hay que contabilizarle tres partidos de la Copa Argentina sin gritos. Más allá de que no llegó a ser referente nadie puede sostener que su rendimiento no se encuentre dentro de los parámetros de una buena nota. Ahora lo espera el Once Caldas con el desafío de pasar el repechaje de la Copa Libertadores ante Corinthians.


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