Platense volvió a darse el gusto de vencer como visitante a Argentinos Juniors, al que esta vez derrotó por 2-0 en La Paternal en un partido que el Bicho dominó en la primera mitad y el Calamar predominó en buena parte del complemento.
El Marrón, que acumulaba tres derrotas en fila fuera de casa, tomó ventaja con un cabezazo de Nicolás Morgantini a los 42' y definió el partido a los 54' con un golazo del defensor Ayrton Costa, en su segunda llegada al área de Federico Lanzillotta.
Los tres puntos sumados en el estadio Diego Maradona le permitieron a la visita trepar hasta el octavo puesto de la LPF con 25 y mejorar su situación en la tabla de los promedios para el descenso.
A la vez, ratificaron la superioridad en el historial, que ahora arroja un parcial de 28 victorias, 31 empates y 20 derrotas en favor del club de Vicente López.
Desde su regreso a Primera tras 22 años, a principios de 2021, Platense le ganó los dos partidos en La Paternal y empató otros dos como local, en juegos válidos por Liga y Copa LPF.
El DT Omar De Felippe apostó por un equipo compacto en defensa, sacó de la formación a Mauro Zárate, su futbolista de mayor jerarquía, y el plan salió a la perfección.
Argentinos dispuso ampliamente la posesión de la pelota en la etapa inicial, sin que ello se tradujera en remates al arco ni situaciones de peligro. Sus chances se redujeron a un disparo de Gabriel Ávalos en la base del palo y un cabezazo de Kevin Mac Allister, cuyo rebote fue desperdiciado por Federico Redondo a centímetros del arco.
En contraste, Platense sí supo golpear y Morgatini sorprendió al arquero con un cabezazo tras córner de Mauro Bogado desde la derecha, que fue desviado por Ávalos en el primer palo.
En la segunda parte volvió a demostrarlo con un jugadón de Ayton Costa, que tras pasar entre dos rivales, combinó con Rodrigo Contreras y sacó un zurdazo cruzado a media altura para decretar el 2-0.
Ese gol sentenció al Bicho, que a partir de entonces fue un equipo apurado y nervioso, al que los cambios no pudieron mejorar. Platense quedó fortalecido en el aspecto psicológico, con un contexto de juego favorable para contragolpear y consiguió finalmente un triunfo muy festejado en el clásico.