En el primer partido formal del año, River liquidó a Platense por 3-0 en su estadio con la presencia de público y se quedó con la Copa Ángel Amadeo Labruna. Braian Romero, en el primer tiempo, y Enzo Fernández y Jorge Carrascal en el complemento fueron los autores de los goles del equipo de Marcelo Gallardo.
El Millonario jugó con un equipo mixto debido a los futbolistas que están afectados a sus selecciones y presentó a los refuerzos González Pirez (jugó de titular) y Tomás Pochettino (ingresó en el segundo tiempo), quienes redondearon una gran actuación y evidenciaron que están a la altura de lo que pretende el entrenador para la temporada venidera.
Un cuarto de hora demoró River en traspasar su supremacía al resultado. La primera alegría surgió con una jugada por derecha, en la que Alex Vigo - que demostró un mejor nivel- se metió el el área, soltó para que Santiago Simón remate y el rebote del arquero le quedó servido a Braian Romero, que estando un paso adelantado solo tuvo que empujarla para el 1-0.
El Calamar apenas se aproximó al arco de Ezequiel Centurión, que como Carlos Auzqui regresó de su préstamo y tuvo minutos. El suplente de Armani se mostró seguro e intervino de manera correcta cuando lo llamaron a reducir las pobres intenciones de la visita.
En el segundo tiempo salió Enzo Pérez, a quien se lo observó con hielo en el banco de suplentes, y se desarticuló River. A lo que Plantese aprovechó para empezar a tomar lugar en campo rival y hacerse de la pelota para empezar a acercarse a los tres caños millonarios.
Pero en ese afán de ir a buscar el empate con mucha gente, Tense se descuidó en el fondo y cometió el pecado de dejarle espacio a River para estirar la ventaja. El segundo gol nació de una recuperación heróica de Maidana cerca del área, contunuó con un traslado de Vigo por su carril y culminó con un disparo de Enzo Fernández pisando la medialuna que se coló al lado del caño.
Ya sobre el cierre del encuentro, con todo a su favor y el ingreso de Pochettino que potenció el ataque y dio una asistencia perfecta, el dueño de casa lo liquidó: el jugador surgido de Boca metió un pase exacto de tres dedos para la corrida de Milton Casco, el lateral tocó de primera hacia el medio y con las redes a su merced definió el colombiano carrascal.
River sentenció el 3-0 final y aprobó el primer examen diagnóstico formal del 2022 para demostrar que la Máquina no para. Que el cambio de año solo es un punto y seguido. Que el sello que lo llevó a ser el campeón del fútbol argentino aún tiene tinta y que los jugadores que llegaron están aptos para ir por más.