Mientras el plantel intensifica su preparación en Estados Unidos, la dirigencia de River quedó a detalles de sellar la incorporación del delantero Lucas Pratto y cumplir uno de los deseos del entrenador Marcelo Gallardo en este mercado de pases.
Durante el fin de semana, la dirigencia de River elevó la oferta por el atacante y convenció a San Pablo y Atlético Mineiro, clubes que eran dueños en partes iguales del jugador.
El caso de Mineiro era menos traumático, porque la delicada situación económica del club lo obligaba a aceptar, pero lo de San Pablo fue más complejo, porque Pratto tuvo una temporada muy buena con el equipo.
Además, el club paulista quería recuperar la inversión de 6.2 millones de dólares que había hecho por el 50 por ciento del pase del delantero.
Esa diferencia se zanjó en las últimas horas del domingo y Pratto, en caso de cerrarse algunos detalles respecto de la forma de pago, viajará entre lunes y martes a Buenos Aires para realizarse la revisión médica.
También apresuró los tantos que San Pablo tenga casi cerrado a Diego Souza, del Recife, un atacante que era del gusto del director deportivo Rai.
Lo cierto es que Pratto, en las próximas horas, regresará a Buenos Aires para firmar su contrato por cuatro años y medio.
A miles de kilómetros de distancia, en tanto, el plantel de River continúa su puesta a punto y, en el segundo día de trabajo en Miami, la intensidad y la exigencia fueron protagonistas.
Este domingo bien temprano, los jugadores y el cuerpo técnico se trasladaron hasta la Florida International University, su centro de entrenamientos en Estados Unidos, donde el plantel fue divido en dos grupos.
Uno de ellos puso acento en la parte física y el otro, con el control del entrenador Marcelo Gallardo, realizó movimientos tácticos con pelota. Luego, se invirtieron.
En esos trabajos se vio, sin que estén totalmente a la par de sus compañeros, a Marcelo Larrondo, el uruguayo Rodrigo Mora y Jonatan Maidana, quienes se recuperan de diversas lesiones.
Los dos delanteros buscan volver luego de sendas operaciones que los sacaron de las canchas durante el segundo semestre del 2017, en tanto que el defensor venía dosificando las cargas porque no terminó entero desde lo físico. El circuito físico incluyó pasadas con pelota y chalecos con peso, por un lado, y trabajos físico-técnicos en campo reducido, del otro.
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