El conjunto azulgrana cayó 1-0 frente a Atlético Mineiro como visitante en un partido que hasta el gol del argentino Rodrigo Battaglia parecía tener controlado.
Esta vez San Lorenzo no pudo hacerse fuerte en Brasil como en aquella histórica Copa Libertadores gestada una década atrás. Mereció mejor suerte, pero terminó cayendo 1-0 ante Atlético Mineiro y quedó al margen de la edición 2024 del certamen continental tras igualar en la ida 1-1.
Cuando mejor jugaba el equipo de Leandro Romagnoli, apareció el argentino Rodrigo Battaglia para ganarle la posición a Nicolás Tripichio y vencer el arco azulgrana con un cabezazo. Hasta ahí había sido más el Ciclón pero sintió el golpe y no pudo recuperarse.
El vencedor, dirigido por Gabriel Milito, avanzó a los cuartos de final en los que enfrentará a Fluminense en un duelo brasileño. El que triunfe en esa serie chocará en semifinales con River Plate, Talleres de Córdoba o Colo Colo de Chile. pero para eso falta mucho tiempo.
Anodina resultó la primera parte en el Arena MRV de Belo Horizonte, casi sin llegadas de ambos lados aunque el que estuvo más cerca fue San Lorenzo.
El Ciclón se agrupó bien de mitad de cancha para atrás, cerrándole los espacios a un equipo brasileño bastante limitado que en momento alguno de ese segmento inicial comprometió al Chila Gómez.
Pero no se resignó a defender el equipo de Leandro Romagnoli. Por el contrario, buscó una y otra vez, con un gran despliegue del paraguayo Iván Leguizamón. Sin descuidarse, pero siendo más incisivo que el elenco anfitrión.
La única jugada clara de riesgo en esos 45 minutos llegó sobre el cierre y fue patrimonio del conjunto azulgrana. Leguizamón tomó la pelota por el flanco derecho y sacó un zurdazo hacia el segundo palo de afuera del área que se estrelló en el travesaño. El rebote lo tomó Matías Reali del otro lado y sacó un derechazo que se fue besando el segundo poste.
Fue lo mejor de un primer parcial en el que hubo un equipo con ideas claras, como el argentino, y otro totalmente confundido, como el brasileño, que fue entrando en un callejon sin salida ante el murmullo de reprobación del público que colmó el estadio.
Durante el primer cuarto de hora de la parte complementaria, San Lorenzo estuvo intratable. Con Reali desnivelando por izquierda, Leguizamón haciendo su aporte, Alexis Cuello apareciendo en toda su dimensión y Elián Irala y Nicolás Tripichio haciéndose fuertes en el centro del terreno, el equipo de Boedo tuvo varias chances y su arco no fue inquietado.
Hasta que en el minuto 20, tras un córner, Mineiro se puso en ventaja con un gol de cabeza de Rodrigo Battaglia. Sí, justo el exjugador de Huracán facturándole al equipo azulgrana. Peor no podia suceder. En realidad pudo haver sido más grave si Chila Gómez no salva el segundo ante Paulinho en la jugada siguiente.
San Lorenzo quedó golpeado unos minutos. Era lógico: tenía el partido a su merced y de golpe, en la primera llegada clara del rival, nacida en una pelota parada, estaba en desventaja con 40 mil almas aturdiendo con sus festejos. No era justo, pero era así.
Para colmos, una vez más la policía brasileña atacó salvajemente a los simpatizantes argentinos, lanzó gases y el partido debió detenerse, enfriando aún más el desarrollo. Lo de los uniformados se repite una y otra vez y ya va siendo hora que Conmebol tome alguna medida.
Insistió el Ciclón pero con poca claridad. Terminó pagando cara su falta de efectividad y se fue de la Copa ante un adversario que pegó en el momento justo y se llevó un premio excesivo.
Al derrotar 2-1 a Junior en Barranquilla, Colombia, Coló Colo de Chile avanzó a los cuartos de final del principal certamen continental. El equipo de Jorge Almirón enfrentará en la próxima instancia del certamen al ganador de la serie entre River y Talleres, que se definirá este miércoles.
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