Para San Lorenzo, esta Copa Libertadores, en su arranque, parece ofrecer sólo tragos amargos, porque el equipo volvió a exhibir sus debilidades futbolísticas, y no pudo escapar de otra dolorosa derrota, ahora a manos de Paranaense.
Luis González pegó de entrada para los brasileños, pero los de Aguirre nunca mostraron una identidad clara de juego y hasta desperdiciaron una situación propicia, en el complemento, cuando Nicolás Blandi desvió un penal. Esta situación, compromete, como mínimo, las ambiciones del Ciclón para seguir avanzando en esta competencia, pues está último en el grupo 4.
San lorenzo entró frío al partido, con demasiadas dudas, y lo pagó caro, de entrada, porque Pablo le ganó la cuerda a Corujo, que tuvo una actuación para el olvido, y su centro encontró solito a Luis González, que metió el cabezazo esquinado, lejos del alcance de Torrico, para poner el gol que sería decisivo en el resultado final.
El tanto de Lucho González agregó una cuota de confusión al juego de San Lorenzo, que ni siquiera pudo disimular con los intentos individuales, o la intensidad de sus movimientos en ofensiva. Encima, en ese primer tiempo, por ir al frente, sin medir consecuencias, entregó espacios en la defensa que pudieron ser usufructuados por la visita, que tuvo dos situaciones clarísimas en el contraataque, por un mano a mano de Nikao con Torrico y una llegada a fondo de Felipe Gedoz, que la tiró por arriba del travesaño.
En el complemento, San Lorenzo fue más de lo mismo, tal vez con un poco más de intensidad, y eso lo puso, en varios pasajes del juego, a tiro del empate, más por sus ganas que por su claridad para lograr asociaciones positivas. Y allí, entonces, surgió la figura de Weverton, quien se quedó con un tiro de Ortigoza, un intento de Belluschi (sorprendió por sus altibajos) y la llegada del final de Gonzalo Bergessio.
Pero no era la noche de San Lorenzo y eso quedó expuesto en una situación clave: porque apenas salió Ortigoza por un corte en la rodilla, el árbitro sancionó penal por una falta, polémica, sobre Cerutti. Y sin el máximo referente desde los doce pasos, la responsabilidad quedó en los pies de Nicolás Blandi, quien la tiró afuera.
El relato y las estadísticas del partido:
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