Ahora que ganó el Mundial, seguramente se le complique a Lionel Messi pensar el regalo que le pedirá a Papá Noel. Pero el 24 a la noche, cuando levante la copa para brindar, la mesa derrochará fútbol: Luis Suárez aterrizó en Rosario para pasar las fiestas con la familia del astro argentino. Y podrían sumarse Andrés Iniesta y Gerard Piqué.
Leo y Lucho son grandes amigos desde que compartieron plantel en Barcelona a partir de 2014, cuando el uruguayo arribó desde el Liverpool inglés. Varias veces han vacacionado juntos y cada vez que quedaban licenciados del club, Messi le cedía su avión privado para que viaje a suelo charrúa.
Con Iniesta y Piqué la relación es mucho más longeva ya que fueron parte del exitosísimo proceso del Barcelona de Pep Guardiola. Ellos aún no arribaron a Argentina, pero Messi los invitó y ambos habrían confirmado presencia, por lo que volarían en las próximas horas.
Los cuatro atraviesan presentes muy distintos en el fútbol: Messi sigue en la elite, e incluso podría renovar en París Saínt Germain; Suárez quedará libre de Nacional de Montevideo y aún no definió su futuro, aunque tiene ofertas de Gremio (Brasil), Cruz Azul (México) y la MLS; Piqué recientemente se retiró para dedicarse de lleno a su empresa Kosmos; e Iniesta se encuentra en el ocaso de su carrera, en el Vissel Kobe japonés.
Si bien el sueño de los hinchas culés será que se reencuentren en la cancha y recreen esos tiempos dorados del Barcelona (los cuatro fueron parte de la última Champions ganada, en 2015), eso no sucederá. Esta vez, la reunión será de amigos.
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