Lo confirmó el director del Iriarte, luego de los gravísimos hechos de violencia registrados en la previa del partido entre el Cervecero y All Boys. Uno de los internados está esposado a su cama
La feroz interna de la barra brava de Quilmes dejó al menos 10 heridos, siete de los cuales fueron ingresados al Hospital Iriarte, cuyo director, Gustavo Whanchafle, confirmó a su vez que tres huyeron del nosocomio sin recibir el alta médica, se presume que para evadir a la Justicia.
El especialista informó que el escape ocurrió durante la madrugada y en todos los casos "tenían heridas de arma blanca en diversas partes del cuerpo, ninguna de gravedad".
Así las cosas, Whanchafle consignó que "quedan cuatro (barras internados), y a ninguno fue necesario pasarlo a terapia. De acuerdo a la evolución, probablemente dos se vayan pronto, en las próximas 48 horas".
Si bien ninguno está grave, dos de ellos presentan un cuadro más severo y están con drenaje. Uno permanece esposado a su cama por orden de la Policía, que reforzó la seguridad del hospital por temor a que secuaces de los internados intenten rescatarlos.
De hecho, en horas de la madrugada varios barras permanecían en las inmediaciones del Iriarte a la espera de novedades.
Los enfrentamientos comenzaron en la periferia de la cancha, pero luego se trasladaron a la tribuna popular, donde varios individuos arremetieron con trompadas y patadas contra un simpatizante que quedó tendido sobre una de las gradas.
Dos facciones de la barra 'cervecera', la que responde al nombre de 'Los Alamos' y otra denominada 'Los del Monte', se trenzaron a las piñas y también con elementos punzantes.
El barra de remera roja que ilustra las portadas de casi todos los diarios del martes es Mario Becerra, hijo del líder de la facción disidente, y quien fue apuñalado en la zona intercostal.