Una tradición del Rojo: la sangre uruguaya que marcó a fuego al campeón

Debajo de los tres palos, Campaña tuvo actuaciones muy sobrias con respuestas de esos arqueros que necesitan los equipos campeones. El recuerdo más fresco aparece en el último partido, en el empate en Río, donde el arquero tapó tres pelotas de gol; pero en la radiografía ampliada de la Copa, hubo una instancia que resultó determinante: el penal que le atajó al Pulga Rodríguez en Avellaneda y que le dio al Rojo la clasificación a cuartos de final.

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Esa atajada se produjo tras una mano inexistente (en realidad había sido del delantero de Atlético Tucumán) y después de que el árbitro mandara a repetir la ejecución de Rodríguez por invasión de área en el primer intento que había terminado en el fondo del arco.

La segunda mención es para un tipo que en la mitad de la cancha hizo honor a su apodo de Torito: Diego Rodríguez. Y el dato más llamativo con su aporte al equipo está relacionado con su convicción, ya que en el inicio de la temporada, Holan le dijo que no lo iba a tener muy en cuenta y que le convenía buscarse otro club. De hecho, Belgrano lo inscribió para sus filas y le ofreció contrato, pero Rodríguez no quiso ser Toro en rodeo ajeno; eligió quedarse a pelear por un lugar en Independiente, lugar que se volvió a ganar y de manera indiscutible. Con su entrega fue un motor que reguló los tiempos del equipo. Recuperó todo, empujó y contagió siempre.

Por su parte, pese a tener un jugoso contrato en México, Gastón Silva se sintió seducido por lo que le contaba Campaña, su compañero en la Selección de Uruguay, y aceptó pelear contra el sistema para llegar a Independiente, club del que se manifestó enamorado desde un primer momento. Jugó menos pero también hizo aportes valiosos, especialmente desde la personalidad con la que encaró cada compromiso.

La sangre charrúa, tantas veces definida como “garra”, circuló por las venas de este campeón. Todos le hicieron honor a sus predecesores y, como muchos de ellos, con el termo bajo el brazo, estamparon su firma en la página de una eternidad teñida de roja.

Charrúas en las grandes conquistas

POR CARLOS GOYEN, Uruguayo. Campeón del mundo con Independiente.

"Me sentí muy bien representado por los uruguayos que integraron el equipo campeón. Muy satisfecho con esta muestra de carácter y personalidad que dieron, respetando a la historia, porque en todas las grandes consagraciones de Independiente siempre hubo algún charrúa aportando lo suyo, desde Douksas, Rolan o Pavoni a estos tres fenómenos de ahora. En las copas del ‘84 yo estaba solo, ahora fueron tres y lo hicieron muy bien. Silva tuvo grandes partidos, por ejemplo con Libertad. El Torito demostró que por algo se quiso quedar, se tenía una confianza tremenda y fue un tractor. Y Campaña mostró ser un arquero serio que le dio mucho resultado al club. En la final tapó un mano a mano que pudo cambiar todo. Ojalá bata todos mis récords; siempre quise que los que vinieron después fueran los mejores: Moriconi, Islas, Mondragón.

Del equipo no tengo palabras. Jugó como un grande. Holan hizo un trabajo bárbaro, convenció a todos y a mí me emociona todo lo que hace y eso que no lo conozco. Independiente podrá tener momentos malos pero cada cinco o seis años te mete un título. Es la historia que habla"

Es un acierto ir a buscar uruguayos

POR RICARDO PAVONI, uruguayo. Campeón con Independiente.

"Además de la fabulosa experiencia de compartir la final junto con el grupo, indudablemente me sentí muy identificado con los uruguayos del equipo. Compartí muchos momentos con ellos incluso, con una bandera uruguaya que agitamos con inmensa alegría. Está claro que Independiente no se equivoca en ir a buscar jugadores uruguayos porque ellos respetan mucho a este club, conocen la historia y dejan la vida defendiendo esta camiseta. Campaña aportó mucha seguridad en el arco; Silva, que juega en mi puesto, cuando arranca es una locomotora. Y el Torito, además de lo que corre, habla, ordena y maneja muy bien los tiempos.

Del plantel debo decir que es una camada de gente muy joven y muy responsable. Ariel les habló mucho de nosotros y nos dieron cabida en el grupo. Estas cosas te enaltecen y te entusiasman por lo que vendrá".