Presión alta. Firmeza defensiva. Esfuerzo colectivo para colaborar en la contención y en la recuperación del balón. Sentido vertical y profundo para los intentos ofensivo y una fuerte cuota de contundencia frente al arco rival, representan las principales virtudes del Racing de Zielinski, que está invicto, y a la expectativa, en los primeros puestos, aunque ese panorama positivo para el arranque del campeonato, no disimula que el juego asociado es la asignatura pendiente de la Academia, especialmente porque Oscar Romero todavía no pudo darle la pausa al movimiento colectivo de ataque.
Frente a este panorama, Zielinski no encontró otro camino que remangarse y en el entrenamiento de ayer concentró las energías de sus dirigidos en un trabajo de posesión de pelota, con orientación tanto para saber defenderse con ella, cuando se saca una ventaja en el resultado, y también para encarar en bloque los intentos ofensivos, para no depender tanto de los pelotazos o los aciertos de Marcos Acuña o Lisandro López, como ocurrió en el último partido ante Vélez.
La cabeza del técnico está puesto en mejorar la producción de Racing, justo frente a una nueva presentación de local, porque el sábado (a las 18, con arbitraje de Saúl Laverni) estará recibiendo a Patronato de Paraná, con la obligación de sumar los tres puntos y al mismo tiempo, modificar la imagen desdibujada que exhibió en los empates con Talleres y Defensa y Justicia.
Con respecto a la formación, no hay grandes dudas. Porque Guisao y Gastón Díaz están desgarrados, a Pablo Alvarez lo van llevando de a poco, después del regreso a los entrenamientos tras el fallecimiento de su esposa, y además Sergio Vittor es el único que puede provocar algún cambio en la formación que viene de vencer a Vélez, porque ya está para entrenar a la par del grupo, luego de una fatiga muscular, y el DT debe resolver si lo reincorpora a la formación ante Patronato o si deja en la defensa al paraguayo Danilo Ortiz.
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