Avanzan en la Villa 31 las obras de urbanización

“Tenemos 17 obras terminadas y 25 en ejecución. Donde estamos ahora se está haciendo la conexión de todas las cloacas del barrio con las de la ciudad de Buenos Aires, que estará terminada en septiembre”, dijo Diego Fernández, secretario porteño de Integración Social y Urbana.

Los efluentes de la Villa 31, donde viven cerca de 38.000 personas, no son tratados por AySA como los del resto de la Ciudad sino que “van directo al río”, agregó Fernández, quien dirige los trabajos de urbanización desde que comenzaron en diciembre de 2015 y va al barrio “todos los días”.

“Lo primero que hicimos fue estar, conocer a quienes viven acá, entender qué necesitan. Luego, por supuesto, empezamos las obras de infraestructura que requiere un proceso de integración social y urbana”, señaló el funcionario.

Las excavadoras conviven con el movimiento habitual del barrio: la feria en una de sus entradas, los puestos de chipá y sopa paraguaya más adentro, los que salen apurados de sus casas y, del mismo modo, lo viejo convive con lo nuevo: “El 28 por ciento del barrio está terminado”, afirmó Fernández.

Pero en este gigante asentamiento atravesado por la Autopista Illia y que se extiende desde la terminal de Retiro hasta la Facultad de Derecho, ya en el barrio de Recoleta, hay aún pasillos de dos metros de ancho con construcciones de tres pisos a cada lado a los que casi no entra la luz del sol y donde los cables de electricidad son una maraña que impide ver el cielo.

“En diciembre de este año terminaremos la red de media (tensión) y vamos a tener dos sectores con toda la red de baja hecha. Con un nuevo transformador vamos a tirar los cables a cada casa, eso va estar terminado en los primeros meses del año que viene. Esa maraña de cables desaparece”, prometió.

Desde que iniciaron las obras, la secretaría de Integración tuvo cerca de 500 reuniones con habitantes de la villa y tomó en cuenta sus opiniones para mejorar los espacios públicos, su iluminación y acordar la refacción de las viviendas.

“El mejoramiento de las viviendas es previo a la escrituración y a dar los servicios formales. Nosotros modificamos las vías de acceso (escaleras) y los cerramientos para mejorar el uso de la energía. De la parte interna se hacen cargo los vecinos. Junto con los derechos hay responsabilidades”, advirtió.

Quienes habitan las viviendas podrán comprar las tierras a través de créditos, cuya forma de pago será definida en la Legislatura porteña.

La Villa 31 tiene más de 900 comercios y un paseo de compras de cuatro o cinco cuadras donde se hacen “más transacciones que en (la avenida) Cabildo o en (la peatonal) Florida”.

Hace tres meses, la AFIP instaló una oficina, la primera de este organismo en un asentamiento precario, y 500 personas ya iniciaron los trámites para formalizar su actividad.

En diagonal frente a la dependencia de AFIP, en un edificio de dos pisos conocido como “La casa del pueblo”, funciona el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (Cedel), donde el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tiene una oficina.

Allí había un búnker narco que fue allanado en abril de 2016 junto con el “Galpón de Tarzán”, donde también vendían drogas y hoy se construye un centro de capacitación para mujeres.

“En el barrio tenemos un problema muy grande con los chicos que no terminan la secundaria; aunque es un barrio joven, el 55 por ciento de la población tiene menos de 25 años; adentro no hay escuelas”, dijo Fernández.