Médicos y científicos volvieron a polemizar en torno al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que se presentó por octava vez en el Congreso, dado que algunos consideran que es "prioritario y un tema de salud pública", mientras otros creen que aprobar la norma implicaría "quedarse sólo con la parte visible de un iceberg que tiene en su base depresión y suicidio".
"Mientras el Congreso sigue sin avanzar en la IVE los abortos no dejan de suceder, las mujeres no dejan de estar en riesgo, los profesionales de la salud no dejan de estar expuestos a procesos penales y sigue habiendo internaciones y muertes que podrían evitarse", aseguró Leandro Cahn, director ejecutivo de la fundación Huésped.
Cahn opinó que "cuando una mujer quiere interrumpir un embarazo lo hace", y señaló que con la ley "puede hacerse de modo seguro y evitar muertes".
En el mismo sentido se expresó la ginecóloga Marisa Labovsky, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (Sagij) y tesorera de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (Amada).
"Quienes trabajamos con mujeres y adolescentes sabemos que la que decidió abortar lo va a hacer aunque sepa que puede morir en el intento. Hemos visto morir a un montón de mujeres siendo completamente evitable, porque las complicaciones de la IVE en condiciones seguras son menores al 1%, es decir, que es menos riesgoso que una colonoscopía", comentó a esta agencia.
La especialista agregó que las que mueren "son sobre todo aquellas que no tienen plata para acceder a las pastillas, que son carísimas, o quienes no pueden acceder a un médico que las atienda".
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Por su parte, la científica Marina Simian, quien hace investigación sobre cáncer de mama y se hizo conocida por su reciente participación en un programa de televisión, afirmó que "el debate debe basarse en evidencias".
"Esto es una vergüenza, por supuesto se debe despenalizar. Todos sabemos que hay muchísimos abortos ilegales y que quien lo puede pagar va a una clínica privada y lo hace en secreto", opinó.
En cambio, quienes no tienen recursos "caen en redes de curanderas o tratan de abortar por sí mismas, cuando no tienen por qué pasar por ese tipo de situaciones", alertó.
"Espero que los argentinos estemos a la altura de las circunstancias para tener un debate serio, maduro y basado en evidencias", se esperanzó.
La médica especialista en Diagnóstico por Imágenes Florencia Fanti también se pronunció a favor de la "ampliación de derechos y seguridad en la atención".
"La ley de IVE permite a las personas gestantes decidir si continuar o no con un embarazo. Lo que se busca con el marco legal es estandarizar las prácticas profesionales y que haya acceso gratuito", dijo a esta agencia.
Para la investigadora del Conicet Laura Morrelli se trata de "una decisión personal que debe ser evaluada en múltiples aspectos".
"Estoy a favor del aborto legal, entiendo que el Estado debe acompañar y garantizar procedimientos seguros", señaló a Télam.
Pero para el médico psiquiatra y psicoanalista Jorge Bulacio "el número de mujeres que mueren por consecuencia directa del aborto ilegal, así como el porcentaje de las que no presentan ninguna alteración psicofísica posterior, es comparable con la parte visible de un iceberg".
"Lo que se desconoce o niega del problema es que la procesión va por dentro y a posteriori se incrementan, en la mujer y el hombre, los casos de letargo, depresión, suicidio, enfermedades psicosomáticas, adicciones, fracaso intelectual, laboral o de pareja".
"Esos miles de muertos y enfermos constituyen la parte sumergida del iceberg, que se pretende negar al no haber registro estadístico de las consecuencias indirectas del aborto".