El sacerdote Julio César Grassi, quien está encarcelado por abuso sexual de menores, fue condenado a dos años de prisión en suspenso, por haber pagado con dinero de la Fundación Felices los Niños el alquiler de una casaquinta aledaña a ese hogar para niños judicializados.
La condena fue impuesta por el delito de peculado por el Tribunal Oral Criminal 3 de Morón que integran los jueces Diego Bonnano, Raquel Lafourcade y Mariela Susana Moralejo Rivera, tras rechazar un planteo de probation consistente en realizar labores comunitarias.
La causa fue abierta por falta de pago del alquiler de la quinta La Blanquita, en la localidad de Hurlingham, a la que Grassi se mudó cuando la Justicia lo inhibió de vivir con los chicos en la sede del hogar.
Los fiscales Javier Ghessi y Marcelo Papavero habían pedido cuatro años de prisión en virtud de las previsiones del artículo 263 del Código Penal que fija penas de dos a diez años de prisión para la malversación de fondos públicos, aunque finalmente el Tribunal le aplicó la pena mínima.
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