"El lunes, cuando ya era de noche, vino un señor como de unos 45 años con el perrito, pero como no está permitido ingresar con animales lo tuvo que dejar en el portón; no sabemos qué pasó con él, pero la mascota quedó acá y no se mueve del lugar", contó a ML Neuquén uno de los empleados del casino, ubicado en Planas al 4000 de esta ciudad.
El hombre entró caminando con el cachorro acompañándolo. Al dejarlo en el portón, el perro lo siguió con la mirada sin entender. Luego lo perdió de vista y se quedó sentado del otro lado de la reja, vigilando la entrada, para reunirse con él a la salida. El dueño no volvió por su mascota.
Uno de los empleados comentó que el cachorro llora todo el día y toda la noche porque es chiquito y tiene hambre. "Está flaco pero no se va, no sale a buscar comida en otro lado, quiere quedarse acá", dijo.
En el barrio, varios vecinos se compadecieron del pichicho y se acercan cuando pueden a tirarle algo de comida. También se organizó una campaña por las redes sociales para dar con el dueño, del que nadie tiene más datos. Mientras tanto, el can ya improvisó una cucha al abrigo de una gran planta que está junto a la reja, para soportar la lluvia y el frío de las noches. Cuando alguien se acerca, mueve la cola y busca comida, pero no se aleja más que unos metros del punto en el que vio por última vez a su amo.
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