El último informe que la Armada le dio a los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan terminó en escándalo: cuando les confirmaron que el día que la nave desapareció se registró una explosión, los familiares no permitieron que el vocero finalice de dar la información, lo increparon y algunos salieron desconsolados y con bronca a gritar: “¡Mentirosos!”. Hubo golpes de puño, personas que se tiraron al piso en medio de una crisis de nervios, algunos que se desmayaron.
“Mataron a mi hermano, hijos de puta. Mataron a mi hermano porque los sacan a navegar con alambre”, gritó un hombre que iba en el asiento del acompañante de un Renault Clio gris que salió de la Base Naval de Mar del Plata
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, todavía hablaba con los periodistas cuando los movimientos entre los familiares se agitaron. Algunos lloraban desconsolados mientras otros trataban de brindar contención.
Una unidad de terapia intensiva móvil con la sirena encendida salió de la Unidad Naval a toda velocidad. "Nos mintieron", dijeron desde otro coche que también abandonó la Base Naval.
El dolor ante las noticias que confirmaban una explosión en la zona donde se localizó al submarino por última vez también golpeó al personal de la Base, que trabaja con los tripulantes del ARA San Juan.
Una de las más vehementes en sus declaraciones fue Itatí, mujer del tripulante Germán Suárez, quien vociferó: “Mi enojo es porque creo que son unos desgraciados perversos que nos tuvieron acá una semana, cuando ya sabían lo de la explosión”. “Mandaron una mierda a navegar”, aseguró la mujer y si bien reconoció que nadie les confirmó la muerte de la tripulación, dijo que “sí nos dijeron que están a tres mil metros”.
Cuando le consultaron si tenía esperanzas, la mujer dijo: "Ya fue, no puedo estar esperanzada".