Rosemberg, de 57 años, señaló a
DIARIO POPULAR que interpreta el hecho de acercarle ese mensaje celestial al Pontífice como parte de la "
misión" que le confirió Jesús, por lo que solicita ayuda para poder cumplir lo que asume como un
mandato divino.
Si bien se negó a revelar el contenido de lo que supuestamente Cristo quiere hacerle llegar por su intermedio al
Santo Padre, Rosemberg manifestó que se trata de una frase "de cinco palabras" que según precisó,
"el Papa sin duda hará acuse de recibo".
Con las manos y los pies vendados a raíz del sangrado profuso de los estigmas Marta, que nació en el seno de una
familia judía y se desempeñó como psicóloga, indicó que el
25 de abril de 2012 escribió un mensaje que como tantos otros que atribuye a Jesús, le llegan
telepáticamente y vuelca sobre
cuadernos y
anotadores en estado de inconciencia.
"En ese mensaje Jesús hace referencia 'al jesuita del que te hablé hace once años', en referencia al
mensaje número 13 que recibí y en el que me hablaba de un generoso hermano que el
Padre enviaría a la tierra".
Misión al Vaticano Ese mensaje del 2012, como tantos otros, fue publicado por Rosemberg en un libro en el que reseña esos
contactos increíbles y según consideró, aquel dictado guarda relación con el 13 que tanto se repite en torno al Pontífice.
"Francisco fue elegido el día
13 del año 13", apuntó, sin mencionar que Papa Francisco o Papa argentino también suman
trece letras.
Acerca del contenido de lo que debe transmitirle al Papa, Rosemberg aclaró que eso viene de otro mensaje reciente pero que sólo revelará al titular de la Iglesia Católica "a quien Jesús, como me lo dice, define como el
Buen Pastor".
En su casa de Avellaneda, donde vendió los muebles para subsistir, Marta reconoció que en la actualidad atraviesa un mal momento económico debido a que por los estigmas que se le manifiestan permanentemente no puede trabajar.
También destacó que otra de sus misiones, contempladas en la comunicación que dice mantener con Cristo, "es la de sanar y
levantar un centro de sanación que especialmente a pobres y ancianos".
En ese sentido, hizo hincapié que
"nunca he tenido a nadie que me dé una mano, ni siquiera de la Iglesia, pero espero que ahora pueda cumplir con la tarea que me encomendó Jesús y llegar al Papa".