Pinamar: demuelen el boliche más emblemático de los 90

Pero tras el asesinato de José Luis Cabezas en el verano de 1997, Pinamar fue perdiendo año tras año su brillo y esplendor, aunque el complejo Ku y El Alma prolongó algún tiempo más su vigencia.

Sin embargo, desde 2016 que en ese lugar ya no tenía vida nocturna, ese año dejó de ser un boliche para transformarse en un elefante blanco a pocos metros del mar, guardando en sus paredes los recuerdos de noches eternas y en sus rincones el eco del furor de la música electrónica y el pop que Gustavo Palmer -quien fuera su alma mater- derrochó en las bandejas.

Celebridades como Moria Casan, Charly García, Pappo, Gustavo Cerati, Carlos Menem Jr y todas las modelos del momento, quienes mezclaban trabajo y descanso entre desfile y desfile se divertían bailando en sus pistas.

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Desde esta semana, el Ku ya dejó de ser lo que era para siempre, las retroexcavadoras hicieron en pocos días lo que el tiempo no podrá hacer jamás: reducir a escombros un reducto que marcó la vida de muchos.

Ya hay una montaña de cascotes que el propio intendente de Pinamar, Martín Yeza, reconoció que hay quienes quieren comercializarlos como alguna vez se hizo con los viejos palcos de La Bombonera o recientemente con la pista de atletismo de El Monumental.

"Ya hay gente que está pensando en "ir a buscar escombros de Ku para venderlos". Cómo no somos potencia mundial?!", publicó en su cuenta de Twitter junto a un video del momento histórico.

"Soy muy fanático de estas cosas. Chau Ku y el Alma, ese espacio que se está demoliendo era la zona en donde aterrizaba el helicóptero de los hijos de los políticos en los 90", agregó Yeza en otro tweet.

Y a un usuario que criticó la medida, le respondió: "Vamos a hablar claro: Ku y el Alma era meca de menores cuando asumí. Los menores no tienen permitido ingresar a los boliches. Eventualmente los legisladores tienen que modificar la ley, ya que pueden votar, conducir y trabajar pero no salir a la noche a bailar. Hoy es ilegal!"

La queja surge porque en esas instalaciones lo último que funcionó fue una sala de juegos de escape, donde pueden asistir chicos, adultos y familias enteras a pasar el rato.

El predio de 4.000 m2 en los que por noche podían recibir a 8.000 personas es propiedad de Energy Group SRL, una empresa cuya cara visible es el abogado Víctor Stinfale. El vínculo de Stinfale con la movida nocturna se da en parte porque también comercializa una marca de bebida energizante, y gerenciando otros boliches.

¿Qué se hará ahí? Una reconversión total de cara al mar, transformándolo en un bar de playa top con capacidad para unas 500 personas, cuya intención es que esté listo para la temporada 2023.

“El proyecto tiene todo el potencial para reconvertir una zona muy dañada y quedada en el tiempo de la ciudad, va en línea con lo que hemos trabajado en estos años”, había asegurado hace un tiempo el intendente Yeza.

Pero no será demolido totalmente sino que se reconvertirá; de momento ya no existe el sector de las boleterías y el acceso que daba a la calle. Se mantienen en pie las palmeras y habrá un trabajo de embellecimiento para esta transformación del espacio.

Los vecinos celebrarán este cambio ya que implicará que no haya más basura, oscuridad y abandono en una zona que había quedado desolada y que desvalorizaba a las propiedades circundantes.

"El complejo 'Ku y el Alma' como 'las automotrices en Bunge' para mucha gente era el recuerdo del éxito de Pinamar de los 90. El signo de una época. Para mí desde siempre fueron el ancla que nos impidió progresar. A veces somos esclavos de los 'éxitos'", sentencia Yeza quien se ilusiona con que esta inversión privada atraiga a más veraneantes y mejore la calidad de vida.