Una estación de servicio ubicada en la avenida Gaona al 4200, en la localidad de Ciudadela es el centro de una polémica instaurada en torno al uniforme de trabajo que llevan puestas las chicas por "cuestiones de marketing": un uniforme de colegiala sexy, como los que se venden en los locales de lencería.
Apenas cubiertas por unas minifaldas y unas musculosas blancas que poco dejan librado a la imaginación, las playeras expenden el combustible a una cada vez más concurrida clientela. "Esta es una condición de trabajo que conocíamos y la aceptamos", explicó una de las chicas a un canal de televisión.
Si bien hasta el momento las calzas eran una constante en la vestimenta femenina que se utiliza en este tipo de trabajo, lo cierto es que esta nueva modalidad ocasiona que otras estaciones de servicio del conurbano bonaerense comiencen a copiar esta modalidad para un trabajo que no requiere tales uniformes, y que incluso supone algún tipo de degradación de la mujer.