El Patrono de las causas imposibles o urgentes es uno de los santos más convocados por los fieles en un país donde la justicia puede tardar décadas en llegar.
San Expedito, el santo de las causas urgentes o imposibles tiene una historia acorde a su fama que comienza en la época del Imperio Romano y llega hasta la actualidad.
Según cuenta la leyenda, San Expedito se desempeñaba como comandante de una legión de soldados romanos en la época del emperador Dioclesiano, que comenzó a conmoverse por la decidida actitud con la que los devotos cristianos enfrentaban la muerte cuando eran atrapados.
Decidido a experimentar qué había en esta religión por la cual se perseguía y martirizaba gente todos los días, San Expdito decidió convertirse al cristianismo, tocado por la gracia de Dios.
Pero cuando se dirigía a buscar su conversión, un cuervo que encarnaba al espíritu del mal se presentó ante él instándolo a que pospusiera este acto, a sabiendas de que quizá no volvería a intentarlo. Sin embargo, el legionario atrapó y pisoteó al cuervo mientras gritaba ¡Nada de postergaciones, me convertiré hoy!
De esta manera, San Expedito quedó en el imaginario popular como el patrono de los casos urgentes o imposibles y responde a todas las demandas de los creyentes que necesitan un acto de justicia o retribución sin demoras, evitando así un perjurio mayor.
Loa creyentes que suelen invocarlo dicen que sus actos divinos no son realizados para generar veneración sino para acercar a los fieles a Dios sin postergaciones, tal como le ocurrió a él.
En la actualidad, en un mundo en el que la justicia puede demorar años en llegar, es uno de los santos más convocados por los devotos de la religión católica junto a Santa Rita de Cascia y San Judas Tadeo, quienes también son relacionados con lo celeridad.
comentar