Parece insólito que, en pleno 2019, todavía haya personas que, enérgicamente, busquen vulnerarle y negarle derechos a otras personas por su condición sexual y de género, y otras que tengan que seguir luchando y reclamando. Y eso es lo que está pasando en Estados Unidos. Aimee Stephens espera hoy que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decida sobre su caso en una audiencia histórica, cuyo análisis comenzó este martes, en el que se determinará si una ley federal de 1964, que prohíbe la discriminación sexual en el ámbito laboral, protege también a las personas trans.
Aimee trabajó durante seis años como Directora en una casa velatoria de Detroit, Muchigan, pero fue despedida en 2013, tras haberle anunciado a su jefe su decisión de asumir completamente su identidad de mujer, esa que ella sentía desde que tenía cinco años, pero que, hasta ese entonces, no había podido disfrutar de forma plena.
¿Cómo la echaron de su trabajo? El propietario de la funeraria, Thomas Rost, quien se describe a sí mismo como un "ferviente cristiano", le dijo: “Esto no va a funcionar”. Él alega que su decisión de basó en “la defensa de sus valores” y la necesidad de "evitar todo lo que pueda molestar" al luto de sus clientes, algo completamente discriminatorio.
Sin embargo, no será el único a analizar. El de Stephens es uno de los tres casos de discriminación que involucran a personas LGBTIQ+ y el primero en la historia de la Corte Suprema relacionado a los derechos civiles de las personas trans. Cabe remarcar que en solo 21 de los 50 estados de Estados Unidos existen protecciones específicas en materia de derechos civiles que amparan y defienden a los colectivos.
¿Qué definirá la Corte Suprema? El Tribunal Superior tomará partido de este caso tras la apelación del empleador, luego de que, en marzo de 2018, la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito, en Cincinnati, fallara a favor de Aimee, que había apelado una primera respuesta desfavorable de un juez. Pero, además del caso particular, hay todo un contexto global y la histórica posibilidad de generar jurisprudencia.
¿Qué dice ley? El Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 prohíbe la “discriminación en el empleo respecto a la raza, sexo, nacionalidad de origen y religión”. Entre las condiciones vigentes, se encuentran la de “rehusar a ocupar a un aplicante para trabajo, desocupar a un empleado, o discriminar en cualquier otra manera en contra de una persona con respecto a los sueldos y otras condiciones de empleo”.
“Ha habido personas que dicen "espero que no perdamos", o lo que sea, pero el hecho de que podamos estar acá y escuchar el caso presentado en la Corte Suprema ya es una victoria. Independientemente de si es una decisión favorable o no, todavía tenemos mucho trabajo por hacer. Estoy muy orgullosa. Estoy feliz de ser quien soy”, le dijo Aimee a Vox.
Lo que decidan los nueves jueces de la Corte Suprema, que legalizó el Matrimonio Igualitario en 2015, tendrá un efecto enorme en el reconocimiento de derechos y la vida de cada persona trans de los Estados Unidos. En caso de ser favorable a Aimee, se reconocerá que el Título VII también ampara y defiende a personas trans, algo histórico a nivel federal; mientras que, una respuesta negativa, significaría un dramático retroceso en cuánto a la construcción y afianzamiento de la igualdad jurídica.
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