Una bomba explotó esta madrugada en una comisaría de la ciudad colombiana de Barranquilla, cuando varios efectivos se preparaban para un cambio de turno.
El artefacto explosivo había sido colocado en uno de los muros de la comisaría y fue detonado de forma remota, provocando la muerte de 4 agentes e hiriendo a más de 40 personas.
Poco tiempo después de la explosión, se arrestó a un individuo sospechoso en las inmediaciones del lugar, a quien se le decomisó un cuaderno y una radio. Se cree que el dispositivo fue activado a la distancia por otra persona.
Según las primeras hipótesis, se baraja la posibilidad de que el ataque haya sido perpetrado por narcotraficantes a modo de venganza por una serie de recientes golpes contra las drogas.
El hecho despertó muestras de solidaridad en todo el arco político colombiano. Uno de los primeros en expresarse fue el Presidente Juan Manuel Santos, que aseguró que "no descansarán hasta dar con los culpables".
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