La agresión se produjo después de que una comensal rechazase a un hombre que se aproximó a ella y la tocó sin su consentimiento.
Un grupo de hombres comenzó entonces a golpearlas a ella y a otra mujer que se hallaba en el restaurante, las arrastraron al exterior del local y prosiguieron la paliza, que incluyó patadas cuando las víctimas se encontraban tiradas en el piso.
Los asaltantes también atacaron a otras dos mujeres que se encontraban en las inmediaciones y, a raíz de las lesiones, dos mujeres tuvieron que ser hospitalizadas, aunque se encuentran estables, informaron medios de China.
Los presuntos agresores abandonaron el lugar de los hechos tras el suceso y algunos de ellos huyeron hasta la provincia de Jiangsu, pero fueron arrestados todos.
El vídeo de la agresión, captado por las cámaras de seguridad del local, se hizo viral en las redes sociales chinas y algunas comentaristas protestaron por el sentimiento de desprotección ante agresiones machistas y denunciaron la falta de ayuda que recibieron las víctimas por parte de las personas que se encontraban en las proximidades.
Además, criticaron un doble estándar a la hora de juzgar sucesos que ocurren bajo los efectos del alcohol: "Decir que él está borracho se usa para justificar que un hombre haga cosas malas. Decir que ella estaba borracha se usa para justificar que a ella le pasen cosas malas", reza un eslogan compartido de forma masiva en las redes.
El Gobierno de Tangshan prometió "castigar severamente a los atacantes, hacer justicia con las víctimas y mantener el orden social" tras los incidentes.
La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos y el derecho de las mujeres a vivir sin violencia está recogido en acuerdos internacionales. En el ámbito mundial, solo el 40 por ciento de las mujeres busca ayuda tras sufrir violencia, lo que obliga a las instituciones a promover políticas de prevención y ayuda.