Emily Sindt Owings, de 28 años, fue detenida por manejar más de 120 km/h, velocidad que sobrepasa los límites permitidos en la ciudad de Enid, Oklahoma.
Emily, viéndose en una situación complicada, dio una explicación inusual cuando los policías consiguieron que se detenga.
La mujer justificó su exceso de velocidad asegurando que necesitaba volver a su casa e ir al baño. "Tengo muchas ganas de hacer caca", fueron sus palabras.
Los policías constataron que no llevaba puesto su cinturón de seguridad, que no tenía documento de identidad y en su lugar solo presentó un permiso para retirar marihuana medicinal. Además, tenía la licencia vencida. Pese a tener todo esto en contra, ella insitió con su "urgencia intestinal".
Emily no pudo convencerlos y fue arrestada. Cuando la cambiaron al patrullero preguntó: "¿Puedo hacer caca en tu auto?".
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