Tras el terremoto que dejó 304 muertos y destrozos materiales el Papa Francisco pidió ayuda y solidaridad internacional para ese país.
Tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, el Papa expresó su cercanía "a las queridas poblaciones afectadas duramente" por el terremoto y su oración por las víctimas y su ánimo a los supervivientes.
Y deseo que "se mueva el interés participativo de la comunidad internacional y que la solidaridad de todas pueda aliviar las consecuencias de la tragedia".
El terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter dejó al menos 304 muertos y cuantiosos daños materiales, agravando la de por sí difícil situación del empobrecido país caribeño.
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