Científicos revelaron que las embestidas de orcas contra embarcaciones no son un acto de agresión, sino un comportamiento lúdico que desarrollan estos mamíferos.
El último fin de semana, grupos de orcas sorprendieron a turistas al embestir sus barcos en Fonte da Telha y Cascais, en Portugal. Nueve personas se encontraban a bordo, pero ninguna resultó herida. Aunque la escena generó alarma, expertos aseguran que este comportamiento no representa un peligro real para los humanos.
Renaud de Stephanis, presidente de la Sociedad para la Conservación, Información y Estudios de Cetáceos (CIRCE), explicó que no se trata de ataques en sentido estricto. “No confunden los barcos con presas ni están defendiendo territorio. Lo que observamos es un comportamiento de juego”, señaló.
En particular, las orcas se sienten atraídas por el timón de los veleros: al empujarlo, este vibra y ofrece resistencia, lo que para ellas resulta estimulante.
Casos similares se han registrado en los últimos años en el estrecho de Gibraltar, el golfo de Vizcaya y la costa marroquí. Según la doctora Clare Andvik, de la Universidad de Oslo, estas orcas están adoptando “un comportamiento lúdico que para los humanos puede resultar aterrador, pero para ellas es divertido”.
Los científicos recomiendan no detener la embarcación. Mantener el rumbo y la velocidad suele desincentivar el interés de las orcas. Otra opción es encender el motor y dirigirse hacia aguas poco profundas, donde estos mamíferos rara vez se acercan.
Aunque popularmente se las conoce como “ballenas asesinas”, las orcas pertenecen a la familia de los delfines. Son animales inteligentes, capaces de diferenciar a las personas de sus presas habituales. Por eso, aunque podamos parecerles juguetes momentáneos, no representamos un objetivo de caza.
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