Entre las pérdidas hay papeles científicos y revistas especializadas del siglo XIX y XX.
Este año, el Museo del Louvre ya había sufrido un hecho escandaloso que fue el robo de joyas de octubre, pero ahora se sumó otro que responsabiliza totalmente a los encargados de la administración de la atracción francesa.
En este caso una pérdida de agua afectó a cientos de documentos científicos egipcios: " Entre 300 y 400", dijo el administrador general del museo, Francis Steinbock.
Los documentos dañados tratan de revistas de egiptología y documentación científica utilizados por investigadores. Esas obras pertenecen al fin del siglo XIX y comienzos del XX.
A través de toda la polémica por este acontecimiento, Steinbock aclaró que "no hay pérdidas irremediables ni definitivas en esas colecciones" además de que "no son piezas únicas en el mundo". Los documentos van a ser secados, restaurados y volverán a ser exhibidos.
Esta fuga que ocasionó un nuevo escándalo en París y el mundo, fue descubierta el 26 de noviembre en la red hidráulica de la calefacción y ventilación de la biblioteca. Esta fuga se acumuló en el techo de una de las salas.