El lujoso establecimiento pertenece a la exclusiva cadena W, propiedad de Marriott International, según informaron medios locales. El edificio forma parte de un mega proyecto de desarrollo de 800 millones en la capital escocesa que incluirá un shopping, un cine y departamentos de lujo.
Los arquitectos detrás del hotel dijeron en su sitio web que "fue diseñado como un paquete de "cintas enrolladas", creando un edificio atrevido y de flujo libre". Esta particular forma generó comparaciones poco halagadoras.
Tanto los vecinos de la ciudad, como los usuarios de las redes sociales, no tardaron en asociar la forma con el emoji de caca.
Como era de esperar, no tardó en volverse viral, y hasta crearon una petición, que ya tiene mas de mil firmas, para que el Municipio de Edimburgo le ponga los ojos característicos de la famosa imagen.
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