El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Jalil Iravani, afirmó que su país ejercerá su derecho a la autodefensa de forma “decisiva y proporcional”, aunque evitó amenazas directas a Washington.
En un nuevo capítulo de la creciente tensión en Medio Oriente, Irán acusó a Estados Unidos de complicidad directa en los ataques militares perpetrados por Israel contra diversas instalaciones militares y nucleares en su territorio. La denuncia fue expresada ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en una sesión de emergencia convocada específicamente para tratar los bombardeos ocurridos a lo largo de la jornada.
El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Jalil Iravani, fue quien tomó la palabra para expresar la posición oficial de su país. En un tono firme, aseguró:
"La complicidad de Estados Unidos en este ataque terrorista está fuera de toda duda. No olvidaremos que nuestra gente perdió la vida como resultado de un ataque israelí con armas estadounidenses".
La intervención del diplomático se produce en un contexto de máxima tensión regional, luego de que Israel intensificara sus operaciones aéreas sobre territorio iraní, en lo que analistas internacionales consideran un paso más hacia una eventual confrontación abierta entre ambos países.
Pese a la dureza de su acusación, Iravani evitó lanzar amenazas directas contra Washington. En cambio, buscó situar su mensaje dentro del marco del derecho internacional, aunque advirtió que el apoyo estadounidense a Israel no es neutral:
"Apoyar a Israel es apoyar los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y socavar deliberadamente la paz y la seguridad globales."
El embajador recordó que, de acuerdo al Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, su país se reserva el derecho a responder en ejercicio de la autodefensa.
"Responderemos decisiva y proporcionadamente, en el lugar y con los medios de nuestra elección, y no es una amenaza, sino la necesaria consecuencia de un ataque militar no provocado."
En otro pasaje de su intervención, reafirmó la postura de Teherán frente a la agresión:
"Será una respuesta firme, legítima y esencial para restaurar la disuasión, defender nuestra soberanía y respetar los principios de la legalidad internacional."
Misiles sobre Israel: más tensión en tiempo real
Casi al mismo tiempo en que Iravani hablaba en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, una salva de misiles impactaba sobre territorio israelí, dejando decenas de heridos leves, aunque sin víctimas fatales hasta el momento. Fuentes militares israelíes y medios internacionales reportaron alertas antiaéreas activadas en varias ciudades del país.
Si bien no hubo adjudicación inmediata del ataque, la coincidencia temporal y la naturaleza de la ofensiva agregan dramatismo a un escenario ya de por sí cargado de riesgos de escalada bélica.
El gobierno israelí, por su parte, aún no respondió oficialmente a las declaraciones de Iravani, aunque el portavoz del Ministerio de Defensa anticipó que “cualquier amenaza a la seguridad de Israel será respondida con determinación”.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación la evolución de los acontecimientos. La relación entre Irán e Israel ha sido históricamente tensa, pero los hechos de las últimas semanas han elevado el nivel del conflicto a una escalada sin precedentes en años recientes.
El respaldo histórico de Estados Unidos a Israel, especialmente en el plano militar, ha sido reiteradamente criticado por Teherán, pero esta es una de las primeras veces que se lo acusa abiertamente de “complicidad en un ataque terrorista” ante un foro global como el Consejo de Seguridad.
Con múltiples frentes activos -desde la guerra en Gaza hasta las tensiones en el Golfo Pérsico-, la región del Medio Oriente se encuentra una vez más al borde de un conflicto de alcance imprevisible. Las declaraciones de Iravani colocan a Irán en una posición de advertencia formal, sin cerrar la puerta a una respuesta armada en los próximos días.
Mientras tanto, los llamados a la moderación por parte de la Unión Europea, Rusia y China no han logrado hasta ahora detener el curso de una confrontación que parece avanzar hacia un punto crítico.
La expectativa gira ahora en torno a la reacción de Estados Unidos, cuya representación en la ONU evitó confrontar abiertamente durante la sesión, y a la próxima movida de Israel, que no ha dado señales de querer cesar sus operaciones en la región.
En este escenario volátil, cualquier error de cálculo podría desatar una nueva guerra abierta en Medio Oriente, con consecuencias devastadoras para la región y el orden internacional.
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