Alexanda Kotey, de 37 años, se declaró culpable de los cargos federales de toma de rehenes con resultado de muerte, conspiración para cometer asesinatos contra ciudadanos estadounidenses en el extranjero y conspiración para proporcionar apoyo material a terroristas.
Confesó en un tribunal federal de Alexandria haber participado en los secuestros y muertes de los periodistas James Foley y Steven Sotloff y de los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller.
Los tres hombres fueron decapitados ante las cámaras en videos publicados en Internet. Las circunstancias de la muerte de Mueller siguen sin estar claras.
Los cuatro viajaron a Siria, han dicho sus amigos y familiares, por un intenso deseo de ayudar, ya sea informando sobre la guerra en ese país o prestando ayuda a los desplazados por el conflicto.
La declaración de culpabilidad de Kotey marca la primera vez que un miembro del Estado Islámico es considerado responsable ante un tribunal estadounidense por esos asesinatos. Se enfrenta a una sentencia obligatoria de cadena perpetua.
A cambio de su admisión de culpabilidad y de su prometida cooperación, los fiscales acordaron que, después de que Kotey cumpla 15 años en una prisión estadounidense, podrá intentar cumplir el resto de su condena en el Reino Unido, donde nació. Si eso ocurre, Kotey también acordó que se declararía culpable en un proceso del Reino Unido y se enfrentaría a una sentencia de cadena perpetua allí, y sería devuelto a Estados Unidos si es liberado por el Reino Unido.
Kotey fue capturado en Siria en 2018 junto con El Shafee Elsheikh, otro militante acusado del Estado Islámico que está a la espera de ser juzgado en el caso, y llevado a Estados Unidos en octubre.
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