“Quien a hierro mata, a hierro muere” o “no escupir para arriba”, frases populares que bien podrían cuadrar en este momento en Brasil. Es que Jair Bolsonaro, el candidato a presidente por la ultraderecha de ese país que en las últimas horas fue acuchillado durante una visita al estado de Minas Gerais, no había mostrado su mejor cara cuando quien sufriera un atentado contra su vida había sido Luiz Inácio Lula Da Silva.
“Lula quiso convertir a Brasil en un gallinero y está recogiendo los huevos”, había manifestado oportunamente Bolsonaro, tras el ataque a tiros que sufriera la caravana del líder del PT en marzo pasado, en una gira de campaña por Quedas do Iguazú, en el estado de Paraná.
Y lejos de condenar el hecho sufrido por el hoy detenido ex presidente, como para no dejar dudas sobre su postura, agregó: “Ahora van a tener que ver a la derecha”.