Así lo indicaron desde la Oficina de Prensa del Vaticano tras informar el miércoles que el Sumo Pontífice tuvo una “leve mejoría”.
El papa Francisco “durmió bien y está descansando” en el Policlínico “Agostino Gemelli” donde se encuentra internado desde el 14 de febrero pasado y tras haber tenido una “leve mejoría”.
“El Papa durmió bien anoche y ahora está descansando”, informaron desde la Santa Sede, mientras que en el boletín médico del miércoles se indicó que la tomografía computarizada de tórax reveló "una evolución normal del cuadro inflamatorio pulmonar".
“La oxigenoterapia de alto flujo continúa, según el comunicado de prensa vespertino del equipo médico, al igual que la fisioterapia respiratoria. La diagnosis continúa siendo reservada”, señaló la Oficina de Prensa del Vaticano en el escrito que difundió en su web y en las redes sociales.
Pese a que las últimas noticias que llegan del hospital muestran una estabilidad dentro de la gravedad del estado de salud del papa Francisco, fuentes vaticanas explican que los médicos no se atreven aún a decir que esté fuera de peligro y siguen manteniendo el pronóstico reservado.
El Vaticano también ha dado a conocer que se anulará, como era previsible, la jornada jubilar programada para el próximo sábado en el Vaticano. Este 2025 el Vaticano está celebrando el Jubileo, lo que significa un Año Santo convocado por la Iglesia Católica, que se celebrará en Roma y en todo el mundo.
Se trata de un evento religioso de gran importancia y que congrega a miles de peregrinos que cada día inundan la plaza de San Pedro en el Vaticano y que se celebra cada 25 años. Ofrece a los fieles la oportunidad de obtener indulgencias plenarias a través de la confesión, la peregrinación y otras prácticas espirituales.
En el parte del miércoles se detalló que el Papa había retomado su trabajo, algo que quedó evidente cuando se informó el martes que el lunes había recibido el lunes al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos, y al arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, para firmar los decretos de algunos nuevos santos y beatos y convocar a un consistorio de cardenales para causas de canonización, pero sin fecha.
En medio de un clima de tensión, especulaciones de todo tipo y noticias falsas, esa visita que el Vaticano llamó formalmente “audiencia” creó varios interrogantes. Primero, porque muchos recordaron que Benedicto XVI anunció su decisión de renunciar justamente en un consistorio, que es una reunión solemne de cardenales para hablar de determinados temas, en este caso, para causas de canonización, el 11 de febrero de 2013.
Y segundo porque lo normal es que estos temas los siga el Dicasterio para las Causas de los Santos y no el cardenal Parolin, ni monseñor Peña Parra. ¿Por qué fueron ellos? Quien respondió a esta duda fue el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.
En una entrevista con el Corriere della Sera, el religioso explicó que había sido él quien le mandó al Papa una carpeta con los decretos para firmar a través de la Secretaría de Estado. Como es sabido, debido a su estado delicado y con pronóstico reservado, de hecho, el Papa no recibe visitas, salvo excepciones.
“Estaba de acuerdo con el Papa en que le habría hecho llegar la carpeta a través de Parolin y Peña Perra”, indicó Semeraro al destacar que ya tenía en su poder los documentos con la diminuta firma de Francisco y la fecha del lunes 24 de febrero, que definió “una señal de esperanza”.
“Cuando me avisaron que había firmado los decretos me dije a mí mismo ‘así, alguien se podrá convencer que no se está muriendo’. Claro, hay dificultades, que tienen que ver con las condiciones de salud y con la edad. Pero, un poco bromeando, también podría decir que quizás todo esto le servirá como una lección para calmarse y cuidarse más en el futuro”, reflexionó.
Francisco, en efecto, debió ser internado el 14 de febrero después de arrastrar durante semanas una bronquitis que se trataba en forma doméstica en Santa Marta, que debido a su obstinación a seguir adelante, no detuvo su agenda de audiencias, incluso al aire libre, exponiéndose al frío.
En esas semanas, cuando se lo veía con el rostro hinchado por los corticoides, él mismo públicamente admitió dificultades en la respiración, excusándose y dándole a leer sus textos a un colaborador. Demostrando que la maquinaria vaticana no se detiene aunque el Papa siga enfermo y hospitalizado, el Vaticano en su boletín cotidiano del mediodía también este miércoles anunció otras cuatro nuevas designaciones de obispos.
Difundió, además un quirógrafo papal, es decir, un decreto titulado “Commissio de donationibus pro Sancta Sede” con el que Francisco creó una comisión permanente dedicada a recolectar donaciones y ofertas para la Sede Apostólica, “considerada la actual situación económica”.
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