Los monarcas coincidieron con el presidente español, Pedro Sánchez, que ya regresó de su viaje a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) en Estados Unodos. Además, se reunieron con representantes de cuerpos de emergencia y atención sanitaria, así como con algunas de las personas afectadas.
En un mensaje al pueblo canario, el monarca quiso acordarse de todos los palmeros que están sufriendo las consecuencias de la erupción del volcán: "Los palmeros saldrán adelante", y les prometió que "no faltarán ayudas", para poder reconstruir todo lo perdido.
"Os quedáis con casi nada, de golpe", subrayó Felipe VI, pero contáis -les dijo a los afectados- "con la vida y la ayuda y la solidaridad de los demás".
Por ello, Felipe defendió la necesidad de "hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacar adelante a estas familias, preservar su seguridad, garantizar su mañana y reconstruir en La Palma todo lo que la naturaleza se ha llevado".
Desde el primer momento los Reyes se mostraron atentos e interesados por la erupción del volcán Cumbre Vieja. El domingo, el Rey llamó al presidente del Gobierno de Canarias y al presidente del Cabildo de La Palma para conocer los primeros datos y trasladar todo su apoyo.