Un hombre de Nueva Zelanda quemó su casa al intentar cocinar unos churrascos en una tostadora. Luego del siniestro, el osado cocinero, se enojó con el pago del seguro que recibió y con el Defensor del Pueblo de Seguros y Servicios Financieros (IFSO) que no le tomó la queja.
Todo comenzó cuando el neozelandés decidió que quería cenar churrascos con papas y tomó la inusual decisión de cocinarlos en una tostadora eléctrica. Los puso a cocinar y salió a comprar las papas fritas en un comercio cercano.
Su particular método culinario generó un incendio que causó graves daños a la casa donde él y su pareja vivían juntos.
A pesar de que su aseguradora aceptó su reclamo y ofreció $418.000 dólares, la cantidad máxima que podría pagarse según la póliza que tenían, la pareja sintió que la suma no era suficiente y no sería suficiente para reemplazar su hogar.
El hombre presentó una queja ante IFSO (Defensor del Pueblo de Seguros y Servicios Financieros), alegando que la compañía de seguros debería pagarles $200.000 adicionales, diciendo que no sabían que su póliza de seguro había cambiado de una cobertura de reemplazo a un seguro de suma total.
El organismo no apoyó la queja, diciendo que la compañía de seguros pagó el límite máximo e insistieron que "es un desastre hacer churrascos en una tostadora e irse de la casa cuando todavía se están cocinando".