La colección de autos lujosos valuada en más de 300 millones de dólares que pertenecían a Pablo Escobar es exhibida en la Hacienda de Nápoles.
En el museo hay algunos vehículos que fueron destruidos en un atentado que intentó acabar con su vida como un Porsche 356, un Cadillac o una limosina Mercedes ya oxidados por el paso del tiempo.
Según los historiadores, el Porsche 356 fue el que más le costó conseguir. Una vez que lo compró no estaba contento por la poca velocidad.
El Cadillac de la década del ´30 se dice que se lo había vendido el propio Al Capone y éste era su favorito.
La Renault 4 fue su primer vehículo. Lo utilizaba para poder traer drogas desde Ecuador y evadir controles fronterizos.
La Mercedes 300 SL fue el símbolo de la ostentación para Escobar. Ese mismo modelo lo utilizaron Elvis Presley y John Lennon.
El Patrón del Mal además de tener un fanatismo por el fútbol (Era de Independiente de Medellín) también le fascinada manejar vehículos clásico y de alta gama como una manera de demostrar que era el séptimo hombre más rico del mundo.
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