Seis personas pasarán, desde este martes, 120 días encerrados en Moscú, completamente aislados del mundo exterior, para realizar un simulacro de un viaje a la Luna. Pero no será para una expedición espacial, sino por una prueba psicológica.
El programa científico, desarrollado por el Instituto de Problemas Biomédicos, incluye 70 experimentos y reproduce las principales características de un viaje espacial real a la Luna, incluyendo la elección del punto de alunizaje, el descenso, la permanencia en la órbita, el control remoto de un vehículo lunar y el retorno a la Tierra.
Para ello, se fabricó un complejo experimental conformado por módulos cilíndricos en cuyo interior se imita la superficie lunar.
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La primera etapa del experimento SIRIUS (siglas de Scientific International Research In Unique terrestrial Station) se llevó a cabo en 2017 y duró 17 días. La segunda etapa comenzó hoy, y la tercera, prevista para 2020, deberá extenderse por un plazo de ocho meses.
Una cuarta etapa podría ampliar la estancia a un año e incluso superar ese tiempo en ensayos posteriores.
Al frente de la “tripulación” fue designado el cosmonauta ruso Yegueni Tarelkin, quien cuenta en su haber con una misión de 143 días en la Estación Espacial Internacional (EEI).