Los trabajadores de Cristales San Justo se vieron obligados a apagar el horno, al acumular facturas impagas de gas por 5 millones de pesos. "Las cuentas no dan", aseguran.

El aumento que registró el dólar en los últimos tiempos obligó a una fábrica recuperada, la Cooperativa de Trabajo Limitada Cristales San Justo, a apagar el horno y en consecuencia paralizar la producción, ya que acumula una deuda por consumo de gas de 5 millones de pesos, y otros 300 mil pesos de luz.

En diálogo con este medio, el presidente de la cooperativa, Juan Carlos Hidalgo, precisó que "la idea no es cerrar, sino volver a producir en tres o cuatro meses, pero durante este tiempo pensaremos cómo vamos a seguir, porque las cuentas no dan".

En la cooperativa se desempeñan 58 personas que tienen sus ingresos congelados desde hace dos años y medio. "Algunos reciben de parte del Estado el salario social complementario, que se otorga en forma muy restrictiva, ya que exige a sus beneficiarios no tener una vivienda a su nombre ni un auto de determinado modelo", detalló. Ante la obligada parálisis, varios operarios comenzaron a realizar changas.

Dos boletas abultadas

La cooperativa tenía una boleta de gas impaga por 1,5 millones de pesos y le llegó una nueva por 2 millones de pesos y además estaba pagando la deuda del año pasado de 1,5 millones de pesos en 15 cuotas, lo que llevó a tomar la decisión de apagar el horno, que funciona a gas.

"Se trabajó durante 3 meses y medio las 24 horas, con turnos de 12 horas para hacer un stock, que ahora venderemos para contar con los fondos necesarios", precisó Juan Carlos Hidalgo.

Estimó que "tendríamos que estar facturando 5 millones de pesos por mes, para cubrir los gastos de gas, sueldos y materia prima, pero no llegamos".

La cooperativa fabrica ópticas de automóviles, artículos de regalería, bazar e iluminación. "Los valores de los productos los fuimos aumentando, pero el problema es que tanto el precio del gas como de la materia prima -cuarzo, soda, feldespato- están dolarizados, aunque en su mayoría son de origen nacional. Y hay artículos que dejamos de producir porque no podemos competir con la importación", precisó el cooperativista.

También el consumo de electricidad constituye un dolor de cabeza, ya que tienen una deuda de alrededor de 300 mil pesos.

Agregó que "nuestros problemas comenzaron el 20 de diciembre de 2015 -tras el cambio de gobierno nacional-, cuando el Estado nos dejó de vender el gas y tuvimos que comprarlo a una empresa tercerizada, pasando de 2,90 a 5,50 dólares".

Gestiones sin resultado

Hidalgo señaló que "hemos realizado gestiones al gobierno por este tema, pero la respuesta que recibimos es que el tema tarifario no se toca".

Luego recordó que "en estos años hicimos mejoras en la cooperativa, de los 33 socios iniciales de 2001 llegamos a 58, y llegamos a exportar a Brasil y Chile, algo que este año no pudimos hacer".

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