Máximo Thomsen se desvaneció mientras los jueces del Tribunal de Dolores daba las penas. Debió ser atendido por una médica y se suspendió la lectura.
El rugbier Máximo Thomsen, condenado a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, se desvaneció mientras los jueces del Tribunal de Dolores daba las penas. Debió ser atendido por una médica y se suspendió momentáneamente la lectura.
La situación generó conmoción entre los familiares de los acusados, cuando la jueza María Claudia Castro leía la sentencia en la Sala I del Tribunal Oral Criminal (TOC) de Dolores.
Minutos antes, la transmisión oficial mostraba como a Thomsen se lo podía ver tambaleándose de un lado a otro hasta que el personal de seguridad tuvo que agarrarlo en el aire cuando cayó. Los jueces del Tribunal de Dolores determinaron el desalojamiento de la sala durante unos 15 minutos, antes de continuar leyendo el veredicto.
Cuando retornó la lectura de la sentencia Máximo Thomsen no se encontraba en la sala y los padres de los acusados tampoco. Luciano Pertossi fue el único acusado que lloró desconsoladamente ante la sentencia a condena perpetua.
Así, Maximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados a perpetua.
En tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una pena de 15 años de prisión como partícipes secundarios.
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