La investigación por el crimen de Chiara Páez, la joven de 14 años que fue asesinada a golpes en Rufino, Santa Fe, continúa su curso.
Si bien el novio de la víctima confesó el crimen y aseguró que lo hizo sin ayuda de nadie, el fiscal de esa localidad santafesina, Alejandro Sinópoli, confirmó que, tras la conferencia de prensa del martes, "se encontraron elementos muy importantes que vinculan a uno de los mayores detenidos que tiene que ver con ropa con sangre".
"Manuel actuó junto a otra persona", afirmó el abogado, y detalló que "donde ocurre el homicidio es un galpón de herrería a apenas seis metros de donde vive la familia", dijo hoy en diálogo con La Red.
De esta manera, Sinópoli abrió la puerta a la confirmación de una de las hipótesis que más se hace sentir desde que se supo del hecho, y es que Manuel, el acusado, intenta proteger a su familia, de la que habría recibido ayuda para ocultar el cuerpo de Chiara.
Los elementos que complican a al menos uno de los cuatro familiares detenidos por supuesto encubrimiento y participación en el asesinato de Chiara ya están en manos de la Justicia. Los objetos fueron encontrados durante los últimos allanamientos a la casa de calle San Martín al 800 de Rufino, donde ocurrió el hecho.
Tras la confirmación del hallazgo de los restos de sangre, inclusive Sinópoli fue más allá y dejó saber que sería en las prendas "de la pareja de la madre", donde fueron encontradas las manchas coincidentes con el ADN de la víctima.
Por otro lado también informó que el acusado sostiene que fue él quien cometió el crimen y enterró el cadáver de la joven en el patio de la vivienda, sin ayuda de terceros. Inclusive demostró mediante una puesta en escena, que podía cavar por sus propios medios un pozo como en el que fue encontrada Chiara, y en sólo media hora.