Policiales
Guillermo Germán Troncoso, un remisero de 39 años, fue hallado culpable del homicidio de la adolescente Marisa Noelia Araujo, asesinada de nueve puñaladas en agosto de 1999 en Merlo.
Un hombre fue condenado a 18 años de prisión por el crimen de la adolescente Marisa Noelia Araujo, asesinada a puñaladas en agosto de 1999 en el partido de Merlo, en un hecho por el que se detuvo a dos hermanos, que luego fueron absueltos, al término de un primer juicio por el caso.
Se trata del remisero Guillermo Germán Troncoso (de 39 años), quien fue hallado responsable del delito de “homicidio simple”, al conocerse el veredicto del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón. “Estoy conforme porque fue un debate muy peleado y pensaba que lo podían llegar a absolver. En este debate luchamos contra el tiempo, porque después de once años el cincuenta por ciento de los testigos no se acordaba de nada”, señaló María Inés Terrizzano, representante de la familia Araujo, quien agregó que “una vez que se conozcan los fundamentos, decidiré si vamos a apelar la sentencia”, debido a que la querella había solicitado una pena de prisión perpetua para el acusado.
Por su parte, Marcelina Barboza, madre de Marisa Araujo, afirmó que si bien esperaba una condena a perpetua, está “contenta” porque el acusado continuará preso. “Primero fue todo llanto, nos sentimos mal, pero es lo que decidieron los jueces. Desde que mataron a mi hija fui aprendiendo un montón de cosas y ahora lo que quiero asegurarme es que siga preso y no le den ninguna salida, ni otro beneficio’”, afirmó la mujer.
Durante los alegatos, el fiscal del juicio Bernardo Kiper había solicitado que se condenara a Troncoso a prisión perpetua, lo que coincidió con el pedido del particular damnificado, a a través de la exposición de la letrada Terrizzano. En tanto, la defensa de Troncoso pidió a los jueces Mario Daniel Gómez, Daniel Alberto Leppen y Claudio José Chaminade, la absolución, al considerar que era ajeno al hecho que se le imputa.
Al momento de formular sus “últimas palabras” antes del fallo, el remisero Guillermo Germán Troncoso aseguró ser inocente, que no conocía a la víctima y que nada tuvo que ver con este episodios.
El hecho ocurrió el 29 de agosto de 1999, cuando la chica fue encontrada muerta de nueve puñaladas a un costado de la ruta provincial 200 y la calle Matheu en la localidad de Parque San Martín, partido de Merlo.
Durante la instrucción de la causa, se determinó que la adolescente, de 16 años, había concurrido a una remisería denominada “El Toque”, ubicada en Aristóbulo del Valle y Etcheverry, donde subió un Fiat Duna de color azul marino para trasladarse hasta un bar denominado “La Morena”, también en Merlo.
Cinco días después del crimen, el remisero Troncoso desapareció de su lugar de trabajo, también de su domicilio y se fue con su pareja a Córdoba, donde vivía su madre.
Un ciclista fue el primero en dar pistas sobre el homicidio, al declarar que vio cómo desde un Fiat Duna oscuro arrojaron un bulto en el mismo lugar donde luego fue encontrado el cadáver. Ese auto fue hallado y pertenecía a los hermanos Dante y Carlos Salazar -ahora enfrentados por la disputa del control de la barra brava del club Deportivo Merlo-, quienes fueron a juicio en el año 2000, pero por falta de pruebas fueron absueltosi
Por su parte, Marcelina Barboza, madre de Marisa Araujo, afirmó que si bien esperaba una condena a perpetua, está “contenta” porque el acusado continuará preso. “Primero fue todo llanto, nos sentimos mal, pero es lo que decidieron los jueces. Desde que mataron a mi hija fui aprendiendo un montón de cosas y ahora lo que quiero asegurarme es que siga preso y no le den ninguna salida, ni otro beneficio’”, afirmó la mujer.
Durante los alegatos, el fiscal del juicio Bernardo Kiper había solicitado que se condenara a Troncoso a prisión perpetua, lo que coincidió con el pedido del particular damnificado, a a través de la exposición de la letrada Terrizzano. En tanto, la defensa de Troncoso pidió a los jueces Mario Daniel Gómez, Daniel Alberto Leppen y Claudio José Chaminade, la absolución, al considerar que era ajeno al hecho que se le imputa.
Al momento de formular sus “últimas palabras” antes del fallo, el remisero Guillermo Germán Troncoso aseguró ser inocente, que no conocía a la víctima y que nada tuvo que ver con este episodios.
El hecho ocurrió el 29 de agosto de 1999, cuando la chica fue encontrada muerta de nueve puñaladas a un costado de la ruta provincial 200 y la calle Matheu en la localidad de Parque San Martín, partido de Merlo.
Durante la instrucción de la causa, se determinó que la adolescente, de 16 años, había concurrido a una remisería denominada “El Toque”, ubicada en Aristóbulo del Valle y Etcheverry, donde subió un Fiat Duna de color azul marino para trasladarse hasta un bar denominado “La Morena”, también en Merlo.
Cinco días después del crimen, el remisero Troncoso desapareció de su lugar de trabajo, también de su domicilio y se fue con su pareja a Córdoba, donde vivía su madre.
Un ciclista fue el primero en dar pistas sobre el homicidio, al declarar que vio cómo desde un Fiat Duna oscuro arrojaron un bulto en el mismo lugar donde luego fue encontrado el cadáver. Ese auto fue hallado y pertenecía a los hermanos Dante y Carlos Salazar -ahora enfrentados por la disputa del control de la barra brava del club Deportivo Merlo-, quienes fueron a juicio en el año 2000, pero por falta de pruebas fueron absueltosi
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