Dora Tula acusó al dueño de una peluquería de Ramos Mejía de haberla golpeado y tirado al piso, mientras le decía a una encargada que "la matara". El motivo de la agresión fue un reclamo salarial.

Una joven empleada de una peluquería fue agredida a golpes por el dueño del comercio y una encargada, pareja del hombre, en un episodio de violencia de género y maltrato laboral que dio lugar a una denuncia por las lesiones que sufrió la víctima, quien -sin embargo- a su vez fue acusada por el sindicado agresor del robo de una suma de dinero, en medio del incidente.

La damnificada, acompañada por familiares y amigos, protagonizó un “escrache” frente al local, ubicado en pleno centro de la localidad de Ramos Mejía y además, al viralizarse el caso en las redes sociales, aparecieron otras mujeres que denunciaron haber padecido la misma situación en ese comercio con estas mismas personas.

Dora Tula ya prestó declaración por lo sucedido ante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 3 de La Matanza, que quedó a cargo de la investigación de este hecho, por el que se encuentran imputados Hernán Dignani y Lucía Marchetti, los que aún deben comparecer.

Contradenuncia

Además, trascendió que a raíz de la “contradenuncia” por la supuesta sustracción de unos 48.000 pesos podrían ser citados tanto la empleada, como su esposo, quien también fue al lugar, en Avenida de Mayo, casi Belgrano, de Ramos Mejía, generándose un nuevo escándalo que recién finalizó con la intervención policial.

Tras la manifestación frente a la peluquería HD Green, donde un grupo de mujeres brindó su apoyo a Doris Tula y visibilizaron este episodio de violencia de género que le tocó atravesar durante una discusión por cuestiones laborales, se conoció que otras chicas sufrieron circunstancias similares con este comerciante, tanto en este local, como en otros que también fueron de su propiedad. “Es hora de que todos sepan que este sujeto es un golpeador, un maltratador que ejerce violencia psicológica sobre sus empleados y hasta con sus clientes”, enfatizaron.

En relación a este episodio en el que resultó agredida, con una secuela de un corte en la nariz, un ojo tumefacto, golpes en todo el rostro y heridas por arañazos, la joven contó a DIARIO POPULAR: “Todo comenzó el sábado último con el despido de una mujer que trabajaba en tareas de limpieza, que derivó en una discusión al no quererle pagar lo que correspondía. Yo me solidaricé con ella, la saludé cuando se fue en medio de un lío grande, en el que terminaron llamando a la Policía. Al día siguiente no fui a trabajar por un problema de salud que tengo desde hace un tiempo y por el cual estoy medicada, entonces luego del franco del lunes, el pasado martes me presenté como siempre a las nueve de la mañana, sin ningún problema”.

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Sin embargo, por una consulta sobre el cobro de su sueldo (que según dijo estaba atrasado en su pago en 10 días), y el pedido de un adelanto de 500 pesos hacia la encargada, surgió una discusión. “Cuando llegó el dueño (por Hernán Dignani), le hice el reclamo por el dinero y ahí se dio la primera situación de violencia, me maltrató con una serie de insultos, que llevaron a que tomara la decisión de irme. Así se lo dije y pedí dos bolsas para llevarme mis cosas, ya que trabajó con mis propios elementos, por lo que llamé por teléfono a mi marido para que me pasara a buscar, ya que nosotros vivimos en Caseros”.

“Le decía que me matara”

En esas circunstancias, Doris Tula empezó a recibir una serie de recriminaciones por su actitud y en determinado momento, comenzó una pelea con Lucía Marchetti, “con quien nos agarramos de los pelos y empujamos. Hasta que Hernán interviene, me toma del cuello, me tira contra una pared y después al piso, mientras le decía a su pareja que me matara”.

Si bien otros empleados lograron separarlos, la joven quedó con su cara ensangrentada, al mismo tiempo que su marido llegaba a buscarla y al ver que su esposa había sido agredida, se produjo una reacción.

“El dueño de la peluquería le empezó a tirar cosas y justo llegó un patrullero, que había sido llamado por la gente que pasaba por la vereda y observaba lo que estaba ocurriendo. Fuimos hasta la comisaría de Ramos Mejía, que está a cinco cuadras del local y radicamos la denuncia por las lesiones, que fueron comprobadas por un médico legista. Después nos enteramos que Dignani dijo que le robamos 48 mil pesos de la caja, que supuestamente tenía para pagarnos los sueldos, cuando eso es mentira”, concluyó.

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